El arresto por parte de los agentes del Equipo de Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil se produjo en un locutorio de la citada localidad y obedece a una orden europea de detención, según las mismas fuentes.

Paolo Pesce, que llevaba 17 años fugado de la justicia y pertenecía al denominado "clan Mariano", tiene una condena de cadena perpetua por un homicidio realizado en marzo de 1991 en uno de los enfrentamientos más sanguinarios que hubo entre mafias en ese periodo, aunque ya había sido condenado anteriormente dos veces por asociación mafiosa.