Lara, elegido ayer para suceder a Gaspar Llamazares con el 55 por ciento de los apoyos del Consejo Político de IU, se ha mostrado convencido de que los trabajadores, los hipotecados, los desempleados, "los humildes", necesitan esa alternativa a un PSOE cuya política económica "nada tiene que ver con la socialdemocracia".

Ha indicado que ahora, cuando la mayoría de los españoles ya se ha dado cuenta de que "no todos van a tener un Mercedes" y muchos padecen "verdaderos dramas humanos", Izquierda Unida tiene que recuperar el contacto que ha perdido con parte de la sociedad, "en parte por errores propios".

Entre esos errores sitúa la "relajación" en la oposición a un Gobierno "netamente conservador" en lo económico o el apoyo a los Presupuestos Generales del Estado de este año, que no se podían votar "ni con la nariz tapada".

De momento, IU ya tiene convocados un millar de actos en las próximas fechas para transmitir a los ciudadanos sus planteamientos sobre la crisis económica y sus recetas para salir de ella.

Recetas que, según ha explicado Cayo Lara, no tienen nada que ver con la actuación del Gobierno, al que ha acusado de "sacar el dinero del bolsillo de los ciudadanos para dárselo a los bancos", a los que sitúa entre los principales responsables de la crisis.

De hecho, ha recalcado en que si el Ejecutivo insiste en sus políticas mientras la lista del desempleo crece en 200.000 personas al mes, "se darán las condiciones" para que los sindicatos convoquen una huelga general.

En clave interna, Lara ha subrayado que en el seno de Izquierda Unida se ha acabado "el Gobierno y la oposición", y ahora tiene "la dirección de todos y de todas" con la que tiene que empezar a trabajar día a día.

El nuevo coordinador general de la formación cesará en los próximos días como responsable de IU en Castilla-La Mancha, cargo que ocupa desde el año 2000, pues considera que no se pueden duplicar puestos.