En declaraciones a los medios de comunicación al llegar al Congreso de los Diputados para asistir a los actos conmemorativos del treinta aniversario de la Constitución, Zapatero se ha mostrado convencido de que la Carta Magna "ha sido, es y será útil".

"Podríamos mejorarla, pero no es imprescindible", ha recalcado el jefe del Ejecutivo antes de asegurar que no es una "tarea prioritaria" del Gobierno en este momento.

La reforma, ha insistido, necesita de un clima de acuerdo y, si no lo hay, el Gobierno, "desde luego, no planteará ninguna iniciativa".

Zapatero ha respaldado la Carta Magna "tal como está" y ha garantizado que se puede funcionar con el texto actual para que el país progrese, se fortalezca la convivencia y se refuercen los espacios de acuerdo y consenso, "siempre muy convenientes en democracia".

En su opinión, los treinta años de vigencia de la Constitución, "tan positiva", han sido probablemente los mejores de la historia de España, años de libertad, democracia, progreso económico y social y de proyección del país en el mundo.

"La tarea que tenemos en este tiempo es lograr que los próximos treinta años sean aún mejores para que avancemos socialmente, exista más igualdad entre hombres y mujeres, para que nuestra educación alcance las cotas que España merece y para que sigamos transmitiendo admiración en el mundo", ha manifestado.