El juez Fernando Ferrín Calamita, al que el Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia juzga desde ayer por el presunto retardo malicioso de la adopción de un niña solicitada por una mujer lesbiana, dijo que "siempre velé por el interés de la menor". En declaraciones después de la vista,manifestó que según algunos informes, las adopciones entre personas del mismo sexo convierte a los niños en "cobayas humanas", aunque este tipo de informes son contradictorios y "unos dicen que sí y otros dicen que no".

Ferrín Calamita, para quien el fiscal solicita 18 años de inhabilitación y multa por un delito de prevaricación, declaró en la primera sesión del juicio que nunca se movió por criterios ideológicos, "ya que sé distinguir mi función como juez de mi papel como otra persona normal de la calle".

Alegó en su defensa que tanto la anterior letrada de V.H., la mujer que solicitó la adopción de la niña, hija biológica de su compañera sentimental, como el fiscal "nunca recurrieron mis resoluciones, y el secretario tampoco me hizo la menor observación, por lo que no estará tan clara la prevaricación".

A la pregunta del fiscal sobre el motivo por el que había solicitado un segundo informe sobre la adopción cuando ya disponía de uno emitido por el servicio correspondiente de la Consejería de Política Social, declaró que "lo hice porque ni aquel informe, ni tampoco el que realizó el Gabinete Psico-social, iban al núcleo del asunto".

Manifestó también que "nadie tiene derecho a adoptar, sea del sexo que sea; es el adoptado el que tiene derecho a serlo".