El jefe de los servicios secretos españoles ha declarado como testigo durante cerca de una hora ante el titular del Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid, Baltasar Fernández, y con la presencia del Abogado del Estado, el fiscal y el representante legal de Flórez.

Al término de la declaración, fuentes jurídicas han señalado que Saiz se ha ratificado en el contenido de la querella, un trámite que -recuerdan- habitualmente no dura un año como ha ocurrido en este caso.

A la mayoría de las preguntas formuladas por el juez, interesándose por obtener más información, el jefe del CNI no ha contestado, acogiéndose a la Ley de Secretos Oficiales y al artículo 417 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Este artículo señala que no podrán ser obligados a declarar como testigos "los funcionarios públicos, tanto civiles como militares, de cualquier clase que sean, cuando no pudieren declarar sin violar el secreto que por razón de sus cargos estuviesen obligados a guardar, o cuando, procediendo en virtud de obediencia debida, no fueren autorizados por su superior jerárquico para prestar la declaración que se les pida".

Al salir del juzgado, Saiz también dijo a los periodistas que no podía informar sobre su declaración ante el juez, que mantiene clasificado el caso.

Las mismas fuentes han destacado que el jefe del CNI se ha mostrado "cordial y relajado" durante su declaración, aunque han subrayado que ante cualquier petición de concreción contestaba que esa información "era secreta" o "materia clasificada".

Mientras tanto el juzgado de instrucción sigue analizando el material recibido y se encuentra a punto de certificar la documentación que se le incautó a Flórez.

Al igual que Saiz, otro agente del CNI relacionado con la investigación abierta contra Flórez declaró como testigo ante el juez y también se escudó en las leyes de secretos oficiales y de enjuiciamiento criminal para responder.

Roberto Flórez fue detenido el 23 de julio del año pasado en Tenerife bajo la acusación de haber entregado a Rusia información secreta sobre contraespionaje y las identidades de "decenas" de espías que trabajaban en España a cambio de dinero.

Actualmente se encuentra en la prisión madrileña de Alcalá-Meco, acusado de un delito de "traición al Estado".