Si el resultado artístico, más allá de su coste, es claro motivo de orgullo nacional para el ministro Miguel Ángel Moratinos, tal y como ha remarcado en la sesión de control al Gobierno, el diputado del PP Jorge Moragas lo ha despachado como un "gotelé millonario".

El titular de Exteriores se ha erigido en entusiasta defensor de la obra de Barceló, inaugurada ayer en un acto al que según han recordado asistieron los Reyes y el secretario general de la ONU, Ban ki Moon, aunque faltó el PP pese a tener invitación.

Al PP no le interesa la "cúpula" de Barceló por su explosión colorista sino por su vertiente económica, ya que sostiene que 500.000 euros de los ocho millones que ha aportado España para decorarla proceden de Fondos de Ayuda al Desarrollo (FAD).

Así que cuando Miguel Arias Cañete ha preguntado hoy al vicepresidente segundo si cree que el Gobierno es austero, Pedro Solbes poco ha sospechado que su escueto "sí" de respuesta iba a desencadenar un aluvión de críticas de este diputado por el "ilegal, inmoral y bochornoso" uso de los fondos FAD en Ginebra.

De la defensa se ha encargado Moratinos, al que otro diputado del PP, Gonzalo Robles, ha vuelto a preguntar por lo mismo, y ahí ha insistido, hasta en tres ocasiones, en que el Gobierno se siente "orgulloso" de la obra de Barceló y de haber contribuido a crearla.

Pero en su réplica Robles le ha recordado cuántas vacunas de sarampión, escuelas o dispensarios en países sin recursos se podían haber costeado con los famosos 500.000 euros, y ello ha indignado al ministro de Asuntos Exteriores.

En su contraataque, Moratinos no se ha andado por las ramas y para denunciar la demagogia del PP ha preguntado a sus diputados cuántas vacunas en África costeó este partido cuando gobernaba.

"¿Cuántas vacunas dieron en 2003 a África? Cero, cero. Nosotros hemos vacunado a un millón de africanos. ¿Cuántas escuelas durante su período? Nosotros, 63 millones de educados", les ha interpelado.

"No me va a dar lecciones sobre la lucha contra la pobreza en África", ha añadido, para regocijo del grupo socialista.

A continuación, Jorge Moragas ha preguntado a Moratinos por los derechos humanos en Cuba, pero sin olvidar el asunto, ya que ha comenzado su discurso con un "pasemos del gotelé millonario de Ginebra al goteo permanente de víctimas de la represión en Cuba".

Aunque hacía más de un mes que el presidente del Gobierno y el líder del PP, Mariano Rajoy, no se veían las caras en una sesión de control, sus intervenciones no han aportado grandes novedades.

Zapatero, tras pasar por el G-20, tiene más claro que la crisis, financiera y económica, crea riesgo de recesión en todas partes y Rajoy le ve contaminado por su proyección internacional porque confunde "la realidad mundial con la realidad española".

Paralelamente, María Teresa Fernández de la Vega y Soraya Sáenz de Santamaría han vuelto a animar las bancadas con mutuos reproches: la portavoz del PP por el sombrío panorama de "paro, recesión y desigualdades" y la vicepresidenta porque la oposición apoye las "políticas salvajes y neoliberales" culpables de la crisis.

Por lo demás, los medidores de asistencia parlamentaria han detectado la exitosa presencia en el hemiciclo de unos 300 diputados de los 350 que conforman la Cámara.

Y para los diputados que preguntan cuántos periodistas siguen las sesiones desde la tribuna de prensa, la respuesta de hoy es: diez a las 9 de la mañana; luego han aparecido algunos más.