Así lo anunció esta mañana el portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, quien agregó que los representantes del PSOE en la Mesa del Congreso, Teresa Cunillera y Javier Barrero, defenderán esa posición en la próxima reunión del órgano de gobierno de la Cámara, cuando haya que discutir el recurso que ERC-IU-ICV planteó contra la decisión adoptada el 4 de noviembre por este mismo órgano. Ese día el órgano de gobierno de la Cámara acordó, sin votos en contra, colocar la citada placa en el vestíbulo de uno de los edificios del Parlamento, en el que nació la religiosa.

NO HAY MOTIVO

"Nuestro criterio es claro --sentenció Alonso en rueda de prensa--. El Parlamento de la Nación es el de un Estado aconfesional y no tiene porqué figurar ninguna placa que se ponga exclusivamente, como entendemos que ocurre en este caso, por la condición religiosa de la persona a la que se refiere".

Según explicó, su rechazo se basa, por un lado, en que colocar una placa de homenaje a una religiosa contradice el principio de aconfesionalidad del Estado que viene defendiendo el PSOE, que apuesta por una eliminación progresiva de los símbolos de carácter religioso. Además, argumentó que la simbología incluida en el Parlamento debe obedecer a un "consenso unánime o cuasi unánime", una condición que, en su opinión, no se da en el caso de la Madre Maravillas.

Alonso admitió que el Grupo Socialista trató hoy esta cuestión y que hay un acuerdo para oponerse a la placa en memoria de la santa. Agregó que los representantes socialistas de la Mesa del Congreso tienen una posición "coincidente" y así lo defenderán en la próxima reunión.

Eso sí, no aclaró por qué esos mismos representantes no votaron en contra de la placa cuando se adoptó la decisión en la Mesa del Congreso, pues sólo ha trascendido que uno de ellos, la vicepresidenta Teresa Cunillera, optó por ausentarse de la reunión. "La posición de los miembros de la Mesa la explicarán ellos pero es coincidente", dijo.

CON BONO SE HABLÓ "DESPUÉS"

En cuanto a la posición del presidente del Congreso, el socialista José Bono, el portavoz del PSOE indicó que no había hablado con él antes de que se adoptara la polémica decisión y que fue después cuando trató este asunto con el presidente, en una "conversación".

A partir de ahora, el PSOE espera que "se haga lo razonable" y que su posición sea "recogida" por la mesa del Congreso. "Tampoco esto es un asunto que figure en las grandes prioridades del gobierno y del grupo", apostilló.