En una rueda de prensa, Ricardi ha dicho que todavía está "muy asustado y muy extrañado" por todo lo que le rodea, ya que después de tanto tiempo todo es nuevo para él, por lo que ha explicado que aún tardará tiempo en acostumbrarse a su nueva vida.

Ha manifestado que lo que más le ha dolido es que por el momento, "y después de tantos años", nadie se haya puesto en contacto con él para disculparse.

Ricardi, con gesto cansado y acompañado en todo momento por su hija Macarena, ha sostenido que el error que ha cometido la justicia con él no está pagado con nada del mundo, en relación a la indemnización que se prevé que la familia solicite una vez que el Tribunal Supremo revise el caso y le conceda la libertad total.

A preguntas de los periodistas, Ricardi ha explicado que durante todos estos años él lo ha pasado muy mal en la cárcel pero ha tenido palabras de agradecimiento hacia su familia, ya que a su juicio, "también lo han pasado muy mal porque han sido señalados con el dedo cuando no debería haber sido así".

Ricardi se ha emocionado cuando ha recordado la llegada a su casa y ha dicho que se le cayeron "dos lágrimas" al ver, no sólo a su hija sino también a toda la familia, que se congregó para recibirlo la noche del viernes después de salir de la cárcel de Topas en Salamanca, donde estaba cumpliendo condena.

A pesar de los trece años que ha permanecido en prisión injustamente, Ricardi ha subrayado que todavía cree en la justicia ya que según él, siempre ha confiado en que los casos de violaciones por los que él cumplía condena se solucionarían algún día para así quedar libre de cargos.

También ha tenido palabras para la joven que padeció los abusos y que le señaló como autor de los hechos y ha dicho que la entiende y la reconoce como víctima pero ha matizado que él también es una víctima.

Ricardi después de dormir "sólo un par de horas", se ha mostrado esperanzado con su nueva vida y ha mantenido que espera poder arreglar las cosas para recibir una paga que le permita comenzar continuar su vida al lado de los suyos.

La hija de Ricardi, Macarena, ha destacado que ahora podrán ir con la cabeza muy alta después de quedar demostrada la inocencia de su padre y ha mantenido que de lo que tiene ganas es de "dedicarle tiempo a su padre y de enseñarle todas las cosas buenas de la vida".

Asimismo el abogado de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A), Juan Domingo Valderrama, se ha mostrado contrariado con este caso, ya que, según él, a Ricardi se le culpó por una identificación dudosa y por la autoinculpación que se produjo con Ricardi ya condenado.

Valderrama ha dudado de esa autoinculpación y la ha achacado a que "en este país para que un preso pueda tener beneficios penitenciarios es necesario que asuma su delito" y ha sostenido que, en su declaración, Ricardi "tiene muchas contradicciones" incluso cuando declaró en el juzgado de El Puerto de Santa María (Cádiz) llegó a decir que no recordaba nada, pero que si le iban recordando él iba diciendo.

El abogado de APDH-A ha calificado el caso como "muy desgraciado y lamentable", por lo que ha dicho que el sistema judicial y policial "aunque no es malo, es muy mejorable", ya que "la justicia al ser humana puede equivocarse".

Por su parte, la abogada de Ricardi, Antonia Alba, ha apoyado la postura de su patrocinado y ha pedido "disculpas públicas" de quien corresponda, ya que según ella, se ha tratado de un error "muy grave" en el que como mínimo desde el año 2000 el informe de toxicología emitido por el Instituto Nacional de Toxicología (INT) ya exculpaba a Ricardi.

Alba ha hecho un llamamiento para que se depuren responsabilidades y ha adelantado que desde el pasado día 18 está presentado ante el Tribunal Supremo el recurso de revisión del caso, para que Ricardi, ahora en libertad condicional, quede en libertad total.