El Rey y el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, relanzaron ayer las relaciones con Venezuela al dar por zanjado el incidente de la última Cumbre Iberoamericana entre el monarca y el presidente de ese país, Hugo Chávez, quien propuso a Zapatero petróleo más barato a cambio de inversiones y tecnología y ofreció a Repsol proyectos petrolíferos en la Faja del Orinoco. "Con ello España podría estar asegurándose suministro de petróleo para siempre", añadió.

Con una hora de retraso llegó Chávez a la residencia de verano de la Familia Real, el Palacio de Marivent de Palma de Mallorca, para reunirse con su "amigo" el Rey, con el que se dio un apretón de manos pese a las expectativas que se habían creado de que los dos demostrarían el fin de la tensión con un abrazo. El presidente venezolano reveló que Don Juan Carlos le regaló una "franela" (camiseta) en la que aparece la leyenda del "¿Por qué no te callas?".

De Palma voló a Madrid para reunirse y almorzar con Zapatero, acompañados por sus ministros responsables de Exteriores, Industria y Energía. En una comparecencia, Zapatero y Chávez ratificaron su deseo de relanzar las relaciones bilaterales con proyectos de cooperación, con el petróleo como eje, y el jefe de Ejecutivo español se mostró satisfecho por el "reencuentro" de los dos países.

Chávez venderá 10.000 barriles diarios de petróleo a 100 dólares a cambio de inversiones y tecnología. El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotiza hoy sobre los 123 dólares.

Zapatero y Chávez anunciaron que celebrarán en breve una reunión empresarial hispano-venezolana, y el líder latinoamericano subrayó la importancia de que Repsol participe en proyectos en el Orinoco, una de las mayores reservas petrolíferas del mundo. La empresa española ya ha comenzado a trabajar en uno de los campos de la Faja y manifestó a este país su interés en una licitación de un segundo campo. Junto a la estatal venezolana PDVSA, dijo Chávez, Repsol llegaría a producir "200.000 barriles diarios que podrían venir directamente a España" garantizándole petróleo "para siempre".

Venezuela necesita esas inversiones que ayudarían además a evitar que el precio del crudo siga subiendo, en opinión de Chávez, que ofreció a España un sistema como el puesto en marcha con Portugal para proveer petróleo al país y pagarlo con un fondo de alimentos y tecnología.

Zapatero subrayó su interés en que las relaciones bilaterales discurran por la senda de la cooperación y, de hecho, resaltó la necesidad que tiene España de energía y petróleo. Ofreció a Chávez la cooperación española en el área de las energías renovables y en infraestructuras y construcción, un campo en el que España tiene "un potencial muy grande y Venezuela una necesidad objetiva".

Por su parte, Zapatero aseguró sentirse "muy satisfecho" tras el "reencuentro" en Madrid con Chávez, a quien había invitado expresamente en mayo pasado en Lima (Perú), ya que ha sido "positivo y muy bueno" para las relaciones entre España y Venezuela, y celebró que se haya zanjado la crisis entre ambos países a raíz del incidente que tuvieron el Rey y Chávez en la última Cumbre Iberoamericana en Chile.

Zapatero destacó las posibilidades de inversión que hay entre Venezuela y España en distintos campos como el energético, el petrolero, el de las energías renovables o las infraestructuras, que podrían beneficiar a los ciudadanos de ambos países, y confió en que en esta nueva etapa de las relaciones bilaterales se pueda pasar "de las ideas y proyectos a programas concretos de actuación".

Chávez pasó por alto sus amenazas a los intereses españoles y europeos en su país tras la aprobación de la directiva de retorno de inmigrantes irregulares, porque, dijo, ha venido a España "con la mejor buena fe".

Su propuesta, aceptada por Zapatero, es constituir una mesa de trabajo entre España y otros países europeos y los gobiernos latinoamericanos para buscar fórmulas que sitúen el problema en el marco de la ley y del respeto a los derechos humanos. "No quisiéramos llegar a ningún tipo de confrontación, sino buscar soluciones", enfatizó.

Agradeció la "calidez" con la que ha sido recibido en España e insistió en su amistad con el Rey, con Zapatero y con todo el país, convencido de que en la "situación difícil" que atraviesa el mundo por la crisis energética, alimentaria, financiera y "moral" es bueno que España y Venezuela pasen página y abran un nuevo capítulo. "Venimos a extender la mano de la amistad y del afecto y a trabajar juntos", reiteró.