Con los acuerdos sobre Justicia y lucha antiterrorista encima de la mesa, llegó el punto de máxima tensión de la reunión que como era de esperar fue la economía, el tema estrella de los cien días que llevamos de legislatura que se quedó sin acuerdo. "Hay que tomar medidas urgentes contra la crisis porque creo que hay una crisis económica, y el presidente del Gobierno cree que no", afirmó Rajoy desde la sede central del PP en Génova donde compareció para dar cuenta de su encuentro con Zapatero después de ver como el jefe del Ejecutivo rechazaba su propuesta de limitar el crecimiento del gasto público al 2 por ciento en 2009, que supondría un ahorro de 2.000 millones de euros.

"El Gobierno no es partidario de esa constricción del gasto porque afectaría a la subida de la retribución de los empleados públicos, a la capacidad y necesidad para las pensiones mínimas y al desarrollo y aplicación de la Ley de Dependencia", afirmó Zapatero, que exigió "coherencia" a Rajoy, ya que, según dijo, el acuerdo para la modernización de la Justicia que ambos han acordado implica un incremento del gasto en los capítulos 1 y 2 (personal y gastos corrientes).

"No se puede pedir con una mano que se reduzca el gasto público y con otra que se aumente el gasto en Justicia o que el AVE llegue a todas las capitales de provincia", espetó el presidente que se quejó de que Rajoy "no ha aportado una idea que pueda ser novedosa" o que pueda "tener trascendencia" para la política económica del Gobierno que, en este "periodo de dificultad" se fundamentará en tres pilares: "rigor, trabajo y política social".

"Plan de austeridad"

Pero Rajoy defendió a ultranza las virtudes de su "plan de austeridad" para las administraciones públicas, que consideró "capital" para luchar contra el desempleo y la subida de los precios y generar confianza. Además, el líder del PP dio un repaso al resto de sus recetas contra la crisis entre las que destacó su apuesta por incrementar la deducción en el IRPF por inversión en vivienda habitual al 25 por ciento -frente al 15 por ciento actual- y aumentar la base de la deducción a 10.000 euros, con el fin de ayudar a las familias a pagar las hipotecas. También en materia fiscal, reiteró la propuesta del PP de rebajar al 20 por ciento el tipo del impuesto de sociedades que pagan las pymes porque, según dijo, lo están pasando "mal" y son las que crean el 80 por ciento de los puestos de trabajo.

"Necesitan un mensaje nítido, claro y entendible de apoyo decidido", proclamó Rajoy, que reconoció que Gobierno y PP tiene una visión muy distinta sobre la situación económica y criticó que Zapatero "se empecine en el diagnóstico que tiene de la crisis y se empeñe en creer que las cosas se arreglan solas".