Efe/Europa Press / Barcelona

El PSC aprobó ayer en su congreso la reclamación de una reforma federal de la Constitución española que dé voz propia a Cataluña ante instituciones y organismos europeos, y que refuerce la "colaboración bilateral" a través de la comisión bilateral Estado-Generalitat que marca el nuevo Estatuto. Esta es una de las principales aportaciones de la resolución acordada en la comisión primera del XI Congreso del PSC, después de que el pasado viernes el presidente catalán, José Montilla, se comprometiese a que el partido fuese máximo representante de Cataluña con "voz propia y autónoma".

Una de las enmiendas recogidas en la resolución primera, defendida por la consejera Marina Geli, alineada con el ala más catalanista del PSC, apuesta por una serie de "pasos que requieren de una reforma constitucional que incorpore en la Carta Magna los últimos avances del Estado de las Autonomías en un sentido federal, desde la colaboración entre instancias de poder y bajo los principios de lealtad federal".

El PSC entiende que la "proyección de un sistema federal" se deberá abordar en el terreno institucional y, en este sentido, cita en su resolución a la Conferencia de Presidentes autonómicos, la "regulación de las conferencias sectoriales" y la participación de las comunidades autónomas en las instituciones de la Unión Europea.

El PSC también quiere "reforzar" la comisión bilateral Estado-Generalitat "manteniendo la solidaridad en el marco de la Comisión Mixta de Asuntos Económicos Estado-Generalitat". Los socialistas catalanes también quieren "reforzar" el Consejo de Regiones como segunda cámara de representación de los parlamentos regionales.

Asimismo, los socialistas catalanes entienden que "para que el Estado de las autonomías evolucione en un sentido más explícitamente federal hace falta que el Senado sea una cámara de auténtica representación territorial en donde poder utilizar las cuatro lenguas españolas".

El PSC proclama que Cataluña es "una nación con un territorio, una lengua, una cultura y una historia propias que configuran una comunidad nacional", que la integran "todos los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña con independencia de su origen y de su lengua materna". Los socialistas catalanes recuerdan que son "catalanistas" porque quieren "la libertad y el autogobierno de Cataluña". "No se trata de descentralizar el poder del Estado, sino de cambiar la concepción", concluyen los militantes del PSC.

Por otro lado, Isidre Molas, un veterano militante del PSC, se convertirá en el nuevo presidente del partido relevando así a Pasqual Maragall, que dejó el cargo y el partido hace dos años cuando quedó descabalgado como cartel electoral del PSC en las autonómicas.