El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, acusó ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de haber echado "más leña al fuego" de la crisis económica con un conjunto de medidas "mal echas" motivadas por sus ideas "muy rancias" en política económica. "Las cosas se hacen bien o mal. Usted hasta ahora ha preferido hacerlas mal y a eso lo llama economía progresista", incidió Rajoy durante su intervención en el debate en el Congreso de los Diputados sobre la situación de la economía española. El líder de la oposición pidió "más humildad" a Zapatero, del que dijo que está "en la más absoluta de las soledades".

El líder popular urgió a Zapatero a armarse de valor y reconocer la gravedad de la crisis y aplicar los remedios adecuados, para lo que le ofreció "todo el apoyo del PP". "Yo no quiero que los españoles paguen el pato con nuestras diferencias ni que sufran esta situación un sólo día más de lo inevitable", aseguró.

Rajoy mostró su satisfacción por la presencia de Zapatero en sede parlamentaria, aunque haya tenido que venir "prácticamente a rastras". El presidente del PP ofreció las medidas planteadas hasta ahora por su grupo en el Congreso para que las utilice y las tenga en cuenta para paliar la situación de la economía. "Hemos demostrado que cuando hay crisis sabemos gobernar", incidió.

En este sentido, ironizó con que el Gobierno ha dispuesto un "vigoroso plan de choque" para combatir algo cuya "existencia no reconoce", y que contiene medias como el "bálsamo de Fierabrás" de la devolución de los 400 euros, una medida que, a su juicio, no es en absoluto social porque excluye a las rentas más bajas.

Sin embargo, admitió que la visón del Ejecutivo "ha mejorado" desde las elecciones, habiendo pasado de hablar de una "prosperidad sin fisuras" a una desaceleración "tan intensa que exige tratamiento", mientras todos los ciudadanos sufrían una situación en la que el Gobierno es uno de los "factores agravantes" por no haber tomado ninguna medida "seria" correctora.

"Tenemos un crecimiento estancado, inferior al de la mayoría de los socios europeos, somos el país en el que más rápido crece el paro, la inflación está literalmente descontrolada y las dificultades de financiación atenazan a nuestros hogares y a nuestras empresas", señaló Rajoy, quien apuntó en tono irónico que la situación puede recibir el nombre de "crisis o ajuste severo", según sea la preferencia del jefe del Ejecutivo.

"Esto es una crisis económica, aunque aquí la llamaremos como usted diga", insistió Rajoy, quien señaló que los ciudadanos perciben muy claramente la gravedad de la situación como muestran las encuestas de opinión y las estadísticas de consumo.

Asimismo, advirtió de que la situación no está limitada a la construcción, sino que también afecta al "sector público" por el descenso en la recaudación de impuestos, "diluyendo" el superávit de las finanzas públicas.

Rajoy acusó al Ejecutivo de decir "cada día una cosa" sobre la marcha de la economía y de haber disfrazado la realidad para "engañar" a los españoles con motivos electorales.