Plantando cara a la dirección nacional del partido y a su líder, Mariano Rajoy, que apuesta por la senadora Alicia Sánchez-Camacho como opción de unidad para dirigir a los populares en Cataluña, Montserrat Nebrera mantiene su candidatura a presidir a los populares catalanes en aras de la "democracia interna", después de que Daniel Sirera y Alberto Fernández anunciaran su retirada y confirmaran su apoyo a la apuesta de Génova.

La intención de la dirección nacional del PP es clara: designar a Alicia Sánchez-Camacho para dirigir a los populares en Cataluña frente a las tres listas presentadas en principio. Dos de estas candidaturas ya se han caído, pero una todavía resiste. Nebrera compareció ante los periodistas para explicar su decisión de seguir adelante pese a la decisión de los otros dos candidatos, por quienes la parlamentaria regional mostró su "respeto".

Sin embargo, afirmó, Sánchez Camacho únicamente es una candidata de "consenso" para ellos dos. "Yo continúo", declaró, aludiendo al apoyo recibido y a la "democracia interna" para defender sus intenciones, a la espera de que exista "libertad" de voto en el foro que se celebrará durante el fin de semana.

En cualquier caso, consideró positivo "el intento, el deseo y la buena voluntad expresada por la dirigente del PP Ana Mato para conseguir que los tres candidatos consensuáramos el nombre de Camacho", agregó Nebrera, una mujer próxima al anterior líder catalán, Josep Piqué.

Mato sólo convenció a Fernández Díaz y Sirera, que aspiraba a la reelección. Ambos dirigentes cerraron un principio de acuerdo para respaldar la candidatura llegada desde Madrid, algo también aplaudido por los diputados Francesc Vendrell, Enric Millo y Àngels Olano, con la esperanza de que Nebrera finalmente se integre en la lista de la senadora, en la que suena como posible secretario general el portavoz popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Cornet.

El líder del PP en el Consistorio de la capital catalana, Alberto Fernández, negó que la candidatura de Sánchez-Camacho, que algunos achacan a una decisión unilateral de la dirección nacional, se trate de una imposición. "Un congreso de confrontación hubiera sido un choque de trenes en el que uno ganaría, pero sería la derrota de todos", dijo.

Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, expresó su deseo de que la designación de Sánchez-Camacho no se trate de "un nombramiento" directo, puesto que "hay un congreso acomodado y tendrán que elegir".