El estudio, entregado hoy en el Congreso, apunta que el 79,8 por ciento ya sabía a quién votar incluso antes de la campaña, en tanto que un 5,7 por ciento lo decidió a su comienzo, el 9,1 por ciento unos días antes de los comicios y el 4,6 por ciento, durante la misma jornada electoral.

Las principales dudas entre los electores fueron entre votar al PSOE y el PP, según confiesa el 28,1 por ciento, en tanto que un 13,8 por ciento reconoce haber pensado votar a los socialistas o abstenerse y el 10,1 por ciento entre hacerlo por el PSOE o por IU.

El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha preparado esta encuesta entre el 12 de marzo y el 12 de mayo, a partir de 6.083 entrevistas a personas seleccionadas aleatoriamente de entre las que colaboraron en su encuesta preelectoral previa al 9 de marzo.

Una de las novedades de la campaña electoral fue la celebración de dos debates entre los candidatos del PSOE y PP, pero a tenor de los resultados del muestreo, su influencia fue escasa a la hora de votar, ya que entre quienes los siguieron sólo el 1,5 por ciento cambió el sentido del voto que ya tenían pensado.

Además, el 63,5 por ciento asegura que los "cara a cara" no le influyeron "en absoluto", un 18,6 por ciento dice que reforzaron su decisión previa y un 3,9 que sí le ayudaron a decidir el voto.

Un 53,3 por ciento opina que Zapatero fue "más convincente" frente al 21,5 que piensa que lo fue Rajoy.

Los sociólogos del CIS indagan sobre las razones de los electores, y revela que quienes respaldaron al PSOE lo hicieron sobre todo porque representaba sus ideas (32,5 por ciento) o por ser el partido al que siempre votaba (25,8).

Un 11,9 reconoce que apoyó a los socialistas para evitar que ganara el PP y sólo un 6,5 por ciento dice que lo hizo por Zapatero.

De hecho, la posibilidad de una victoria del PP generaba "miedo" en el 20,9 de los consultados, en tanto que la del PSOE producía este sentimiento entre el 8,5 por ciento.

Entre los votantes del PP, el 29,1 por ciento argumenta que es el partido "más capacitado" para gobernar, el 25,8 por ciento porque es el que más representa sus ideas y el 12,7 por ciento para impedir que gobernaran los socialistas.

Únicamente el 4,5 por ciento afirma que votó al PP por Rajoy.

José Luis Rodríguez Zapatero aprueba cuando los encuestados puntúan sus posibles virtudes, pero Rajoy no llega al aprobado.

El presidente del Gobierno logra 5,76 puntos en competencia, 6,10 en honradez y capacidad de liderazgo y 5,15 en preocupación por la gente, en tanto que las notas de Rajoy son: competente (4,56 puntos de media), honradez (4,92), liderazgo (4,24) y preocupación por los ciudadanos (3,81).

Llamazares tampoco aprueba, aunque en honradez supera a Rajoy, con un 4,95 puntos; los que votaron a IU lo hicieron por afinidad ideológica (45,3 por ciento) y por la "posibilidad de que haya una política de izquierdas (26,6).

En opinión de los españoles, el PSOE hizo la mejor campaña, que el 37,8 califica de "buena", el 30,1 de "regular" y sólo el 8,5 de "mala"; en el caso del PP, el 34,8 por ciento la tilda de "regular", el 20,3 por ciento de "buena" y el 20,1 de "mala".

El terrorismo y la economía fueron los dos asuntos que a juicio de los encuestados más se debatieron en la campaña, pero no recuerdan que se hablara de pensiones, delincuencia o sanidad.

Hubo un 9,9 por ciento que siguió la campaña a través de Internet; más de la mitad lo hizo a diario por televisión (55,2 por ciento), el 23,9 por los periódicos y el 20,4 por radio.