Mariano Rajoy, único candidato a la Presidencia del PP en el marco del XVI Congreso Nacional del partido que ayer celebró su segunda jornada en el recinto ferial de Valencia, resultó reelegido como líder del principal partido de la oposición con 2.187 votos a favor, y sólo 409 papeletas en blanco de los 2.643 compromisarios que votaron en este cónclave. Durante su discurso ante los militantes, dirigentes y compromisarios, Rajoy hizo especial hincapié en negar que en la nueva etapa a la que se enfrenta el partido vayan a cambiarse los principios enarbolados durante los últimos años. ``No debemos cambiar el rumbo, pero hemos de hacer las cosas mejor´´, argumentó el presidente del PP.

Según informó la presidenta del Congreso, la alcaldesa de Valencia Rita Barberá, tras un recuento que se retrasó más de una hora y media sobre lo previsto, de los 2.774 compromisarios acreditados en el XVI Congreso Nacional del PP, 2.643 ejercieron su derecho a voto. De ellos, 2.187 votaron a favor de la candidatura de Rajoy, un 84,25%, frente 409 papeletas en blanco -un récord negativo en este apartado, que ostentaba Fraga desde el cónclave de 1989- y 47 votos nulos. Antes de resultar reelegido, Rajoy tomó la palabra para dirigirse a militantes, dirigentes y compromisarios del partido, los encargados de avalar al nuevo presidente y a la nueva Dirección fijada por éste.

El candidato dijo presentarse a la reelección porque cree estar ``en condiciones de garantizar que este partido permanecerá unido´´, un valor ``que debemos salvaguardar en cualquier circunstancia´´. Calificó la convulsión que ha vivido el partido en los últimos meses de periodo ``animado´´. Argumentó que esa convulsión demuestra que el futuro del PP importa a ``todos y que todos tenemos ideas que defender´´. Sin embargo, cuando el Congreso se cierre ``será la hora de trabajar de nuevo unidos, de sumar esfuerzos y de avanzar todos en la misma dirección´´.

En segundo lugar, Rajoy dijo tener ``la firme convicción´´ de poder conducir al PP a La Moncloa, pues, después de ``cuatro años de soledad, con un gobierno que dedicaba más esfuerzos a ponernos zancadillas que a gobernar´´ incluso ``el propio Gobierno temió que pudiéramos ganar las elecciones´´ del pasado 9-M. ``Era tan verosímil, que el propio Rodríguez Zapatero confesó a un periodista que necesitaba meter tensión y comenzar a dramatizar porque se le escapaban las elecciones´´, recordó el líder del PP, que dijo ni negar ni disimulara la derrota, ``digo que era verosímil que ganáramos. Digo que lo teníamos al alcance de la mano´´.

Según Rajoy, en estos cuatro años los populares han aprendido que tenían ``razón´´, pero que ``no basta con tener razón: es preciso que nos la den´´. ``No fuimos capaces de convencer a todos los ciudadanos que debíamos haber convencido´´, aseveró el líder del PP, que proclamó entonces que otra lección aprendida ha sido que ``no debemos cambiar el rumbo, pero hemos de hacer las cosas mejor´´. ``No defiendo que cambiemos de posición. Estábamos en la buena senda y en ella debemos continuar (...) No podemos modificar nuestros valores porque son los que recoge el artículo primero de la Constitución: libertad, justicia, igualdad y pluralismo político´´, proclamó.

En este sentido, se preguntó ``¿de dónde sacan algunos que vayamos a cambiar de principios?. Eso sería tanto como cambiar de partido, de militantes y de electores. Eso no es posible. No creo que este partido deba modificar una coma de sus principios. No es que no deba, es que no puede. Un partido son sus principios´´, remachó Rajoy, que enumeró entre sus convicciones la nación española, la lucha contra el terrorismo, el reconocimiento a las víctimas, la familia, la libertad o la educación.

El líder del PP insistió que en la defensa de esos principios ``no basta con tener razón; es preciso que nos la den´´. ``Nos la dan ya más de diez millones de españoles, pero no son suficientes. Por eso tenemos que cambiar, no de ideas, pero sí de procedimientos para ser más atractivos y más convincentes´´, dijo.