El Gobierno no tiene ninguna duda de la honestidad y profesionalidad de la presidenta del Tribunal Constitucional", María Emilia Casas. Así lo expresó ayer la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que desvió la polémica que rodea a la máxima responsable del TC subrayando que "lo que hay que hacer es renovar los órganos constitucionales". Sin embargo, el principal partido de la oposición no parece dispuesto a dejar pasar de largo este asunto y la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, insistió ayer en reclamar explicaciones a Casas.

El Tribunal Supremo archivó el procedimiento abierto contra María Emilia Casas en el que se investigaba si la presidenta del TC incurrió en un delito de asesoramiento ilegal durante una conversación telefónica que mantuvo con una abogada y que fue grabada por la Guardia Civil, que investigaba a la letrada en un caso de asesinato. Sobre este asunto, el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón consideró que no hay "mácula de ningún tipo" en la acción de Casas y que si ésta no se ha pronunciado sobre el asunto es "precisamente por guardar y respetar la decisión que tenía que tomar el Tribunal Supremo".

"Lo que hay que hacer es renovar los órganos constitucionales, también el CGPJ. Hago un llamamiento a la responsabilidad fundamentalmente del principal partido de la oposición para que nos podamos sentar con voluntad negociadora en las próximas semanas", señaló De la Vega.

Sin embargo, el PP insiste en que Casas debe dar explicaciones sobre su conducta. "Hemos pedido oficialmente explicaciones y hemos pedido además que ella misma haga una reflexión serena de su conducta, de su comportamiento y de lo que implica al Tribunal Constitucional", aseguró la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría.