Para prevenir posibles problemas, más de una decena de dotaciones policiales taponaron la entrada a la Puerta de Sol por la calle Preciados para evitar que los grupos de ultras se encontraran.

Las Juventudes del partido Democracia Nacional convocaron a mediodía de hoy una manifestación entre la Plaza de Cibeles y la Puerta del Sol bajo el lema 'Vivienda Social, Prioridad Nacional. Ningún español sin casa' contra la especulación en la vivienda, "propiciada por el Estado, autonomías, ayuntamientos, banca y constructoras".

Los manifestantes exigían la construcción masiva a precios bajos y asequibles de Viviendas de Protección Oficial (VPO) "aumentando la oferta significativamente con el fin de mantener regulado y controlado el precio de la vivienda", el retorno al Estado de la potestad de controlar mediante el Banco de España la emisión de moneda y la fijación del tipo de interés oficial "para bajar el precio del dinero con el fin de incentivar el consumo, la producción, y desahogar las economías domesticas".

Pero esta manifestación no era la única que se iba a producir en las cercanías de madrileño Punto Cero. Alrededor de otros 200 jóvenes antifascistas se concentraron en torno a la misma hora del domingo a la Puerta del Sol, donde desplegaron varias pancartas. Sin embargo, al carecer de permiso, la policía tuvo que intervenir para impedir la manifestación, lo que provocó los primeros disturbios.

Varias calles del centro de la capital, entre la Puerta del Sol y Callao, fueron entonces testigos de las carreras y los enfrentamientos, ante la atónita mirada de turistas y viandantes, que veían como desplazaban coches y tiraban al suelo mesas de terrazas, contenedores o sacos que encontraban en su camino. Este grupo antifascista quería evitar que se desarrollara la manifestación convocada por el otro grupo radical.

El grupo disgregado por la Policía en la Puerta del Sol no se rindió y apenas media hora después irrumpió en la Gran Vía, a la altura de la calle Mesón de Paredes, donde invadieron la calzada al tiempo que algunos de ellos lanzaban sillas de terraza y algunas vallas con la intención de cortar el tráfico. Al grito de "Madrid antifascista" y "no pasarán", tiraron las protecciones de las obras de la histórica sede de Telefónica, en la Red de San Luis, y lanzaron sacos de guijarros al suelo.

CARRERAS Y DESTROZOS

Ante tal situación varias furgonetas antidisturbios acudieron desde ambos extremos de la Gran Vía. El grupo se dividió y se dirigió hacia el norte, hacia la Plaza de Vázquez de Mella, aunque algunos de los jóvenes se encaminaron por la calle Hortaleza. Mientras los jóvenes lanzaban botellas y otros objetos a los policías, éstos respondieron con sucesivas cargas con pelotas de goma.

En Vázquez de Mella, finalmente, el grupo de se dispersó, pero dejó a su paso un importante rastro de destrozos en el centro de Madrid que se ha saldado con varios detenidos, según responsables de la Delegación del Gobierno de Madrid. Además, un cámara de televisión recibió varios puñetazos y fue golpeado con un palo.

El pasado viernes la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) declaró nula la impugnación de la Subdelegación del Gobierno en Madrid, que impugnó el recorrido de la manifestación "al concurrir, además del colapso circulatorio, un peligro para personas y bienes, máxime teniendo en cuenta incidentes violentos acaecidos con ocasión de anteriores convocatorias de manifestaciones", por vulnerar el derecho fundamental de reunión de la parte recurrente, y dejó el recorrido de la marcha tal y como estaba planteado por Democracia Nacional.