Ayer arrancó en la sede que la Audiencia Nacional tiene en la Casa de Campo madrileña, escenario de otros macroprocesos como el del 11-M, el juicio contra los dirigentes de Gestoras pro Amnistía, la red de apoyo a los presos de ETA. Los procesados están acusados de un delito de integración en organización terrorista, como parte del entramado de ETA, y se enfrentan a una pena de 10 años. El primero de los procesados en declarar fue el máximo dirigente de la organización, Juan María Olano, que renunció a su defensa aduciendo que no espera "justicia" de un tribunal que está "a miles de kilómetros de la imparcialidad". Siguiendo esta misma estrategia, el resto de acusados también renunciaron a su defensa, se negaron a responder a las preguntas de la Fiscalía y a la acusación popular, ejercida por la AVT, e introdujeron en sus intervenciones numerosas proclamas políticas contra el tribunal y el Gobierno.

El macroproceso contra los responsables de Gestoras Pro Amnistía comenzó pasadas las diez de la mañana y está previsto que se prolongue hasta el próximo 23 de julio. Olano fue el primero de los procesados en declarar ante el tribunal y en su intervención dejó clara cuál iba a ser la constante en el resto de comparecencias. El ex portavoz de la red de apoyo a los presos de ETA tildó de "farsa" el proceso y comunicó al tribunal que renuncia a su defensa jurídica debido a que no espera "justicia".

"Este tribunal me va a condenar pero no a juzgarme", aseguró Olano que señaló que la Audiencia Nacional se encuentra "a miles de kilómetros de la imparcialidad". "La sentencia contra nosotros está escrita y esta instrucción se ha hecho mediante el impulso político: no espero justicia ni aquí ni ahora", insistió el máximo responsable de Gestoras Pro Amnistía que se limitó a responder a las preguntas de su abogada, Ainoa Baglieto y aprovechó su declaración, realizada íntegramente en euskera, para realizar un discurso en el que denunció la situación que viven los presos de ETA, al tiempo que pidió "negociación y diálogo".

El resto de responsables nacionales y territoriales de Gestoras Pro Amnistía repitieron de forma casi calcada el discurso de Olano. Así lo hizo el también responsable nacional Julen Zelarain que fue el segundo en pasar por el estrado y dijo sentirse "orgulloso" de la actividad que ha desarrollado porque, según apuntó, es la representación de "la solidaridad con mayúsculas". De la misma forma, denunció que el tribunal "no es imparcial" y que "la sentencia y el castigo están escritos".