Los ministros en funciones han eludido hoy hacer cualquier comentario sobre su futuro, cuando sólo falta un día para que, una vez investido, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anuncie la composición del nuevo Ejecutivo.

El silencio y la evasiva han sido las respuestas de la mayoría de los ministros del Gobierno en funciones, quienes ante los periodistas, ávidos por conocer si algunos de ellos iban a seguir o no en el nuevo Gabinete de Zapatero, han preferido contestar con rodeos o mantener la boca cerrada.

La titular de Vivienda, Carme Chacón, ha confesado que Zapatero le llamó hace tiempo, pero no ha revelado nada más, al igual que el ministro de Exteriores en funciones, Miguel Ángel Moratinos, que ha respondido claramente: "El presidente decide mañana".

Es mañana cuando el presidente del Ejecutivo comunicará la nueva composición del mismo al Rey. Acto seguido lo hará ante los medios de comunicación.

La titular de Agricultura, Elena Espinosa, quien ha reconocido que no sabe si continuará al frente de alguna cartera, fue muy ilustrativa: "Quedan pocas horas".

Mariano Fernández Bermejo, ministro de Justicia, se lo ha tomado con más socarronería, ya que dijo a los periodistas: "Qué cosas preguntáis... Pero qué indiscretos".

Magdalena Álvarez, la titular de Fomento, ha recurrido a la sonrisa y a que tiene mucha ilusión y muchas ganas, pero ni una sola palabra sobre su futuro.

Bernat Soria, Mercedes Cabrera, Elena Salgado, César Antonio Molina y Alfredo Pérez Rubalcaba no comentaron nada y cruzaron los pasillos del Congreso rápidamente.

Quien desde luego no dijo nada fue Zapatero, aunque bien es cierto que nadie le preguntó.

Todo lo contrario le sucede a Diego López Garrido, quien desde hace días sabe su destino: será secretario de Estado de la UE. "¿Nervioso, yo? Es el día más tranquilo de mi vida.