Caldera, salmantino de 50 años, ha sido junto a José Blanco, una de las escasas personas en las que se ha apoyado Zapatero desde que se hizo con las riendas del PSOE.

Como tal, ha coordinado el programa electoral socialista de las elecciones de 2004 y las de 2008 (ambas ganadas por el PSOE) y ha sido miembro del equipo preparatorio de los debates televisivos entre Jose Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.

Casado y con tres hijas, nació en Béjar (Salamanca), es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología y en Derecho, y se encuentra en excedencia como secretario de Administración Local por oposición.

Caldera ingresó en el PSOE en 1979 y ocupó cargos en el partido salmantino antes de ser elegido diputado a Cortes por esa provincia en las elecciones generales de 1982.

Desde entonces ha permanecido de manera ininterrumpida en el Congreso, donde ha trabajado en diferentes ámbitos, como miembro de la Comisión de régimen de las Administraciones Públicas o portavoz en la Comisión de Infraestructuras.

En 1993 fue nombrado portavoz adjunto del grupo socialista en el Congreso, cargo que mantuvo al ser reelegido como diputado en 1996.

Caldera formó parte de un grupo de parlamentarios socialistas jóvenes, pero experimentados, que constituyeron "Nueva Vía", la plataforma que promovió la candidatura de Rodríguez Zapatero a la Secretaría General del PSOE en el XXXV Congreso del 2000.

Tras ese Congreso, fue elegido miembro del Comité Federal del partido y se hizo cargo de la portavocía del grupo parlamentario en sustitución de Luis Martínez Noval.

Encabezó en nombre del PSOE las reuniones de la comisión de seguimiento del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo firmado con el PP en diciembre de 2000 y del Pacto por la Reforma de la Justicia, suscrito en mayo de 2001.

En julio de 2003 fue designado por la Ejecutiva Federal del partido coordinador general de programa electoral, responsabilidad que repitió en las pasadas elecciones.

Una vez formado el Gobierno, Zapatero le encargó una de las responsabilidades con más peso en el Ejecutivo: liderar el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, un cargo que prometió el 18 de abril de 2004.

Al frente de ese Departamento, Caldera ha rubricado más de una veintena de acuerdos sociales y laborales.

En materia de Trabajo, Caldera ha elevado el Salario Mínimo Interprofesional a 600 euros, ha consensuado con los agentes sociales una reforma laboral y otra de la Seguridad Social que ha permitido crear más empleo indefinido y mejorar las prestaciones de los colectivos más necesitados, al tiempo que se ha garantizado el futuro del sistema endureciendo la jubilación anticipada.

Asimismo, ha sacado adelante el Estatuto del trabajador autónomo y ha puesto en marcha un plan para atajar la siniestralidad laboral.

En la parte de Asuntos Sociales, ha creado un nuevo derecho, la asistencia a las personas dependientes, ha aumentado de cuatro a quince días el permiso de paternidad, ha reconocido el matrimonio entre homosexuales y las parejas de hecho, ha bonificado los nuevos nacimientos con 2.500 euros y ha puesto en marcha normas tan importantes como la Ley de Igualdad o la Ley Integral contra la Violencia de Género.

Además, su Ministerio ha sido el encargado de las políticas migratorias y de regularizar (junto a los agentes sociales) a más de medio millón de inmigrantes.