El turno de Galicia llegó tras seis horas y treinta y siete minutos de debate de investidura en el Congreso de los Diputados. Hasta entonces ni el candidato a presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ni el líder de la oposición, Mariano Rajoy, mencionaron en su cara a cara a Galicia, y con Galicia sus prioridades y necesidades específicas.

Zapatero se olvidó de Galicia al desgranar su proyecto político para los próximos cuatro años, sin embargo sí citó a otras comunidades como Cataluña, al prometer soluciones a la sequía, Canarias, al exponer medidas para combatir la inmigración ilegal, Valencia, al brindarle su apoyo a la Copa América, Aragón, al respaldar la Expo de Zaragoza, y Madrid, al apostar por su candidatura a las Olimpiadas. Rajoy también obvió a Galicia al criticar el programa de Zapatero y exponer su alternativa. Hace cuatro años no fue así. Tanto el líder socialista como el popular , aunque de pasada, tuvieron unas palabras para Galicia en sus discursos.

Sin embargo, ayer, hubo que esperar a que accediese a la tribuna el portavoz del BNG para que Galicia fuese rescatada del olvido. Francisco Jorquera, que en esta legislatura sustituye a Francisco Rodríguez, obligó a Zapatero a hablar de Galicia. Durante veintinueve minutos, esta comunidad capitalizó el debate de investidura, son los 29 minutos a los que tuvo derecho el BNG, con dos escaños en la Cámara, a debatir con el líder del PSOE. Nada que ver la hora y treinta cinco minutos que acaparó Cataluña en el cara a cara de Zapatero con el portavoz de CiU, Josep Duran i Lleida. Claro que la formación de Artur Mas tiene diez diputados en el Congreso.

El debate entre Zapatero y Jorquera fue de guante blanco, dejando ambos abierta la puerta a futuros acuerdos. El dirigente nacionalista insistió en "la mano tendida" del BNG, aunque adelantó que hoy se abstendrá en la investidura, pues las respuestas del candidato a La Moncloa a las demandas planteadas por la formación frentista "no fueron satisfactorias".

Zapatero aprovechó su réplica a Jorquera para ratificar su compromiso de traer el AVE a Galicia, "una prioridad absoluta", pero no dijo cuándo, pese a que Jorquera insistió en que debe ser en 2012, y que para ello "hay que redoblar esfuerzos".

El cambio en Galicia

El líder del PSOE y presidente en funciones aseguró que Galicia, bajo la gestión de Emilio Pérez Touriño y con la colaboración del BNG, "está viviendo una transformación profunda, que culminará con el ambicioso plan de infraestructuras" ideado desde el Ministerio de Fomento, y que no sólo incluye la conexión de Galicia a la red de alta velocidad, sino también "las grandes autovías". Zapatero reafirmó su promesa de que Galicia seguirá recibiendo el 8% de la inversión estatal y de que se ejecutarán los traspasos de competencias prometidos. También anunció que una ponencia estudiará en el Congreso la reforma de la Ley Electoral, incluida la necesidad de que los emigrantes voten en urna. Sin embargo, advirtió de que "no es fácil, pues exige duplicidad de esfuerzos".

Acabar con "el escándalo democrático" del voto emigrante fue una de las reivindicaciones de Jorquera. Otra fue la conversión del astillero de Fene en un astillero civil, pero el candidato del PSOE ya le alertó de que "hay que ser realistas, pues es muy difícil" que la demanda nacionalista se haga realidad, por culpa de las "restricciones de la UE". El cara de Zapatero y Jorquera terminó con el candidato a presidente remarcando su "voluntad de diálogo intacto" y su "compromiso de buena relación con el BNG" y con el portavoz nacionalista, agradeciéndole "el tono y la disposición" y volviendo a manifestar su deseo de acuerdos.