El presidente del Gobierno y candidato a la investidura, José Luis Rodríguez Zapatero, presentó hoy ante el Congreso de los Diputados una "oferta de consenso" en asuntos clave para la próxima legislatura y subrayó que esa oferta se dirige especialmente al PP y "personalmente" a su presidente, Mariano Rajoy.

Zapatero pidió a Rajoy "que contribuya" en los asuntos de Estado. "Confío en que así sea, señor Rajoy, y para eso cuente conmigo", dijo a un Rajoy que escuchaba serio desde su escaño. Una vez presentados los ejes fundamentales de su programa de Gobierno, Zapatero pasó a reiterar "con toda solemnidad" su "voluntad de ofrecer primero y lograr después un clima político sereno y caracterizado por la voluntad de diálogo y consenso".

En este campo, empezó por la lucha contra el terrorismo, un ámbito en el que, aseguró, se empeñará en "alcanzar un compromiso democrático contra el terrorismo" que puedan "compartir todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria".

En segundo lugar, adelantó que quiere "consensuar" los objetivos básicos de lo que será presidencia española de la UE, que tendrá lugar en 2010, y así aumentar el "grado de coincidencia" sobre los objetivos futuros de la UE.

De manera más inmediata, propuso otros dos acuerdos, el primero de ellos para la "renovación urgente" del Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Ese pacto, añadió, "posibilitará y facilitará la consecución de acuerdos posteriores sobre la urgente reforma de la Justicia". El segundo acuerdo que Zapatero quiere alcanzar "en el plazo más breve posible" es sobre el sistema de financiación autonómica.

Énfasis en el PP

El líder socialista afirmó que su oferta de acuerdo se dirige a todos los diputados "por igual", pero "con particular énfasis al principal partido de la oposición, que ostenta una representación muy estimable". "Y la formulo personalmente a su líder. A usted, señor Rajoy", remachó.

En este punto, admitió que los españoles han conferido al PSOE la tarea del Gobierno, pero agregó que, con su voto, también han "confiado una importante responsabilidad".

Zapatero aseguró que el Gobierno "sabrá estar a la altura" de su responsabilidad para "culminar con éxito los retos colectivos" pero añadió que es "muy deseable que la oposición contribuya en los asuntos de Estado al logro de los grandes afanes colectivos de los españoles. "Confío en que así sea, señor Rajoy, y para eso cuente conmigo", apostilló.

Economía y cultura

Por otro lado, dejó claro que su oferta de consenso no va dirigida sólo a los actores parlamentarios, sino que recordó que propondrá a empresarios y sindicatos un "nuevo compromiso de diálogo social" para impulsar la economía, modernizar el mercado de trabajo, asegurar la igualdad salarial entre hombres y mujeres, combatir la siniestralidad y garantizar la sostenibilidad del sistema de protección social.

Además, pidió a ciudadanos, Administraciones e instituciones un "compromiso activo" en apoyo de diversos actos culturales, en concreto la Expo de Zaragoza, la Copa América de Valencia, la candidatura olímpica de Madrid, los actos conmemorativos en América y España entre 1808 y 1812 y, en general, su apoyo a la que consideró la "mayor riqueza" de España: "nuestra cultura, nuestras culturas, nuestra lengua, nuestras lenguas".

30 años de democracia

El candidato a la investidura terminó su discurso recordando a quienes hicieron posible la democracia --"los treinta años de democracia en que hemos sido libres"--. "Es mucho lo que les debemos. Cada uno puso lo que pudo. Unos pusieron la memoria, otros el olvido. Y entre todos, la reconciliación", manifestó. Zapatero agradeció "el brillo de la España de hoy, su libertad y prosperidad" a la generación "que conoció los años oscuros y supo soñar" y a la siguiente, que expresó esos rasgos en la Constitución.

Así, destacó que mientras hace tres décadas los españoles "envidiábamos las libertades y el bienestar de nuestros vecinos", hoy en día son ellos los que "admiran" los logros de España. "Hoy mostramos con orgullo la modernidad de nuestras infraestructuras, la vitalidad de nuestra vida cultural y la libertad de nuestras costumbres", insistió.

"Las dificultades existen"

El líder socialista consideró que el "reciente pasado" de España es "motivo para el optimismo y una razón para la esperanza", aunque admitió que es innegable que "las dificultades existen y que, una vez superadas éstas, aparecerán otras nuevas". "Al fin y al cabo, ¿qué sociedad no las tiene?", se preguntó.

Así, concluyó pidiendo la confianza de la Cámara para gobernar conforme a una "idea de España" que es "un país de hombres y mujeres libres". "Esa es mi idea de España", señaló, "un país orgulloso de sus logros y capaz de aprender de sus errores, para no repetirlos; un país que avanza unido y diverso, guiado por la experiencia de sus mayores y por el empuje de sus jóvenes".