El PNV rectifica y anuncia que presentará mociones contra todos los representantes que ANV tiene en las instituciones vascas si la formación abertzale no se desmarca del último comunicado de ETA y rechaza clara y abiertamente "las amenazas" vertidas por la banda terrorista contra los socialistas. Esta decisión, comunicada por el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, llegó después de que se reuniera la ejecutiva de la formación nacionalista tras la polémica suscitada por su rechazo a la moción de censura que el PSE pretendía presentar contra la alcaldesa de Mondragón, Inocencia Galparsoro (ANV), por no condenar el asesinato del ex edil del PSE-EE Isaías Carrasco a manos de ETA.

Puede que las llamadas que podría haber recibido del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y del líder del PSE, Patxi López, pidiendo una rectificación hayan hecho a Urkullu replantearse la postura del PNV o que el cisma existente en la cúpula del PNV, que algunos daban por cerrado con la salida de Imaz, siga abierto.

Sea como fuere, lo cierto es que un día después de que el presidente del PNV el Guipúzcoa, Joseba Egibar, rechazara las mociones de censura contra ANV, porque "no conducen a escenarios progresivos de normalización", el máximo responsable del partido nacionalista compareció ante los medios para dar marcha atrás y rectificar su posición.

Urkullu leyó un comunicado en el que exigió "un pronunciamiento público, nítido y urgente por parte de los cargos electos y políticos" de ANV ya que ETA en su último comunicado "se hace portavoz y supuesto defensor de sus posiciones políticas".

"Si esta respuesta no se produce en el más breve plazo de tiempo, el PNV presentará mociones en todas aquellas instituciones y ayuntamientos en los que haya representantes de ANV, solicitando su dimisión por no alcanzar el mínimo ético y moral exigible a un representante democrático", señaló Urkullu, que en todo caso confirmó que ejecutiva apoyó el rechazo de la moción de censura a la alcaldesa y denunció que esta cuestión se gestionó "mal".

"Se han echado a los brazos del PSOE", dice ANV

ANV afirmó ayer que la decisión del PNV de no apoyar una moción de censura contra la alcaldesa de Arrasate se enmarca en la necesidad de esta formación de "ocultar a su base social abertzale que se ha tirado de una forma ciega a los brazos del PSOE".

Así lo aseguraron en rueda de prensa en Bilbao los miembros de esta formación Arantza Urkaregi y Aitor Bezares, quienes opinaron que las afirmaciones del presidente del PNV de Guipúzcoa, Joseba Egibar, para justificar esa decisión, en las que dijo que la moción no conduce a la normalización, hay que "cogerlas con pinzas" porque "forman parte del habitual doble juego del PNV".

Bezares opinó que el PNV busca dar una imagen de confrontación "absolutamente teatral" con el Estado y que para ello Egibar es la "persona indicada". Manifestó que la formación que dirige Iñigo Urkullu -que está "nerviosa", dijo, tras el "descalabro" electoral- se encuentra actualmente inmersa en "todo tipo" de acuerdos con el PSOE.

"Los nacionalistas vascos se comprometieron a echar a la alcaldesa de Arrasate", revela Blanco

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, afirmó ayer que el PNV se había comprometido con él a apoyar la moción de censura impulsada por el PSE-EE contra la alcaldesa de Mondragón, Inocencia Galparsoro (ANV), y emplazó a este partido a rectificar, lo que se produjo horas después.

Blanco advirtió de que si el PNV, que el pasado martes hizo fracasar la moción de censura, mantiene su posición, dificultará cualquier entendimiento con los socialistas.

"La disposición del PNV, rompiendo el compromiso que ha-bían contraído conmigo de que iban a apoyar la moción de censura en Mondragón dificulta el entendimiento con una fuerza política que está amparando a quien no condenó la muerte de un compañero, un atentado terrorista", manifestó el "número dos" del PSOE.

Por su parte, el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, dijo que ANV tiene que estar fuera de los gobiernos locales y "la posición del PNV ha sido una posición profundamente lamentable y que tendrá consecuencias serias".

Quiso dejar claro que el PSOE va a gobernar con los once millones de votos que hemos recibido de los ciudadanos, con 169 diputados que es su traducción política y sin condicionantes de ningún tipo".