Automatismos Corten es una empresa integrada por profesionales experimentados en la eliminación de barreras arquitectónicas, equipamiento industrial e instalación de automatismos. Las soluciones técnicas que ofrecen mejoran la calidad de vida de todas aquellas personas con movilidad reducida que encuentran en su entorno dificultades de accesibilidad que impiden su desarrollo personal. Así mismo, automatizan todo tipo de puertas para una mayor comodidad.

“Contamos con el respaldo de los mejores fabricantes del sector, ofreciendo así a nuestros clientes un producto de primera calidad con materiales que garantizan todas nuestras instalaciones”, afirman.

Una solución para cada necesidad

Existen numerosos equipos salvaescaleras y de mejora para tareas diarias en la vida de personas con movilidad reducida, para facilitar la labor de los cuidadores de dichas personas y para conseguir que el día a día de muchas personas sea más cómodo e independiente. Entre ellos se pueden destacar:

-Las sillas salvaescaleras, que pueden ser para tramos rectos o curvos, de interior o de exterior. Su instalación es rápida y sencilla y no requieren realización de obra ya que van ancladas a suelo, aunque como requisito fundamental, ha de existir una toma de corriente próxima a la escalera. Son de fácil manejo y ocupan poco espacio ya que son plegables. Vienen provistas con mando a distancia para que, en caso necesario, una persona diferente al usuario pueda desplazar cómodamente la silla a lo largo de su recorrido.

Una mujer utiliza una silla salvaescaleras.

-Las plataformas salvaescaleras pueden ser inclinadas o verticales, para instalaciones en el interior o preparadas para a ir a la intemperie. Estos equipos están especialmente indicados para usuarios de sillas de ruedas, además de ser útiles y cómodos para cualquier persona.

-Los elevadores para viviendas unifamiliares son la mejor opción para el desplazamiento vertical. Existen cabinas en múltiples tamaños y configuraciones, dependiendo de lo que el cliente necesite o las medidas que tenga el hueco a emplear. Son de bajo consumo eléctrico si se comparan con un ascensor convencional.

Un hombre asciende con un elevador.

Tanto sillas como plataformas no están obligadas a revisiones periódicas pero sí es conveniente tenerlas siempre en perfecto estado de conservación, a pesar del uso que se les de a estos equipos, para garantizar su buen funcionamiento.

Por otra parte, cuando se decide realizar una adaptación en la vivienda, por encima del aspecto económico, ciertamente importante, deben primar el convencimiento y la confianza de que con ese producto se va a lograr una mayor independencia y calidad de vida. Para ello, es el profesional quien ha de aconsejar acerca de qué opción es mejor, dependiendo de la situación personal y el entorno a adaptar. “En Automatismos Corten, visitamos al cliente para asesorarle sobre la mejor opción de accesibilidad, confeccionando los presupuestos necesarios con plano incluido y siempre sin compromiso alguno”, explican.

Nueva legislación

Los responsables de la empresa hacen hincapié en la nueva legislación que rige en España en lo que se respecta a barreras arquitectónicas. El Real Decreto Legislativo 1/2013 por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y de su Inclusión Social tiene como fecha límite de cumplimiento el 4 de Diciembre de 2017, momento en el que todos los edificios de viviendas existentes deben disponer de itinerarios accesibles a todas las zonas comunes, para garantizar que todos los vecinos tengan acceso en las mismas condiciones.

Los trabajos de adecuación para facilitar la accesibilidad universal no deben resultar una carga desproporcionada para los vecinos, por lo que la Ley 8/2013 de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbanas, que modifica los artículos 10 y 17 de la Ley de Propiedad Horizontal, ya contempla los posibles supuestos.

El primero de ellos determina que si el coste total de las obras no excede las 12 mensualidades de gastos de comunidad por vivienda, los trabajos deben ser abonados a partes iguales por todos los vecinos. Por ejemplo, en una comunidad de vecinos donde el coste de comunidad sea de 60 euros mensuales por vivienda, cada uno tendría que hacer frente a una derrama de hasta 720 euros. Si son 16 vecinos acumularían 11.520 euros para acometer la adecuación.

El segundo supuesto se daría en los casos en que las obras adaptación superen las ya mencionadas 12 mensualidades. Cuando esto ocurre, es necesaria la convocatoria de una junta y el acuerdo ha de ser adoptado por el voto favorable de la mayoría de los propietarios, estando los demás obligados también a abonar hasta el límite de la cuota anual de comunidad.