En tiempos de crisis resulta llamativo encontrar oportunidades laborales a largo plazo, y llama más la atención si provienen de negocios relacionados con el sector de la construcción, uno de los más castigados en nuestro país. En poco tiempo, un inminente cambio en la legislación española obligará a realizar una evaluación energética de todo bien inmueble en el mercado. De esta forma, el campo de la certificación energética llega a España después del resto de Europa, donde ya mueve centenares de millones de euros al año.

Miles de profesionales pueden encontrar en esta ventana de oportunidad un medio para ganarse la vida. Así, surgen empresas como CertiFACIL , una plataforma de certificación energéticaque ya cuenta con 2050 afiliados y una buena cartera de pedidos aun antes de entrar en vigencia la nueva normativa. Esta buena acogida, anterior incluso a la entrada en vigor de la norma, se debe a los principios con los que nace esta plataforma: su objetivo es ofrecer la máxima comodidad, tanto al cliente como al profesional. Para el cliente, la diversa oferta de presupuestos por distintos profesionales de la certificación aproxima el gasto al precio de mercado. De esta manera, el cliente se asegura de no estar pagando de más, con su consecuente perjuicio; ni estar pagando de menos, asegurándose que el servicio obtenido no es defectuoso ni falto de calidad. Y para el profesional, el servicio puede realizarse desde cualquier ubicación y complementarse a otros ingresos.

Convertir una crisis en oportunidad requiere una buena dosis de ingenio, a la par que visión de mercado. Si empresas con ideas innovadoras ofrecen su servicio facilitando incómodos trámites a los consumidores, sin duda se aseguran un próspero futuro en el panorama laboral.