La empresa lucense Champivil recibió recientemente el premio internacional "Superior Taste" (sabor supremo, en español) otorgado por el Internacional Taste & Quality Institute por la calidad de sus conservas de grelos gallegos. La compañía que ya en 2011 se alzara con el premio Joven Empresario del Año, organizado por la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) Galicia, sigue penetrando con éxito en los mercados internacionales, y poniendo en alto la calidad de los productos gallegos tradicionales.

La empresa lucense, que se dedica a envasar productos autoctonos y naturales de Galicia: Setas Silvestres Grelos y Berzas, nació como una empresa familiar más o menos en el año 1949. La abuela de la actual propietaria, Luz Divina Castelo, comenzó junto con un socio catalán a comprar Setas Silvestres, consolidando una empresa pionera en este sector; no obstante, años más tarde y por diversas razones de índole personal su hijo (padre de la actual dueña) abandonó el negocio familiar.

Sin embargo, en 2001, después de haber terminado conservería vegetal, cárnica y de pescado, Luz Divina decidió retomar la idea y crea Champivil. "Me decidí porque no había a dónde ira parte de eso, me decían que me tenia que ir fuera del pueblo y yo no quería. Siempre que hablábamos con vecinos de aldeas próximas y todos nos recordaban las épocas en que el monte estaba repleto de setas y había muchísima gente en el rural que salía a recogerlas. Por ese motivo la gente que me conocía me animaba a que no dejase caer el negocio", recuerda.

Once años después Champivil ha logrado abrirse camino en mercados internos como Catalunya y País Vasco, donde las setas son un producto muy apreciado. Además, su espíritu emprendedor le ha llevado también a conquistar el mercado internacional de la mano de países como Francia e Italia, que valoran mucho la forma de elaboración, totalmente artesanal, de sus productos.

Una vez iniciado el negocio de las setas, la empresa extendió su mercado a la conserva de grelos, el producto más premiado. "Este premio es muy importante porque hablamos de un producto regional que sólo se vende aquí y que sólo llega a mercados externos donde compran gallegos. Este producto fue catado por chefs internacionales, muchos de los cuales no tenían idea ni de qué verdura era ni del sabor de la misma, pese a eso lo probaron y les gustó", cuenta. Este premio ayudará, según Castelo, a que en muchos lugares se hable de esta verdura gallega como novedad, y que crezca el interes de probarla, lo que podrá traducirse, a medio plazo, en la apertura de nuevos mercados que hasta ahora eran muy complicados .

"Hablamos de mercados muy difíciles por varios motivos, entre ellos, porque son productos de temporada cuya duración y cantidad es indeterminada y que existe una férrea competencia desleal. Sin embargo, estamos convencidos en que podemos ayudar a nuestro entorno, sobre todo a las aldeas rurales que se están quedando sin gente y sin trabajo", apunta.