La tendencia alcista del Partido Popular en todo el territorio nacional tuvo también su reflejo en Bueu, en donde la formación de Mariano Rajoy subió casi 4 puntos porcentuales con respecto a los comicios de diciembre de 2015. Los populares incrementan su presencia frente a una pérdida generalizada de votos en la izquierda de la que solo se salva el PSdeG-PSOE, que se mantiene en números muy similares a los de la anterior cita electoral. El PP ganó en todas las mesas en Bueu, recuperando las cuatro que había perdido hace seis meses en favor de En Marea (Sala Amalia Domínguez Búa, Casa da Cultura, A Pedra y Montemogos), y registrando un incremento de sufragios en 10 de los 12 colegios. Tan solo en la Casa do Pobo de Beluso y en Meiro pierde apoyos el PP.

La mejoría de resultados del Partido Popular en Bueu se produce en paralelo a la caída de la coalición Podemos-En Marea-Anova-EU, que se deja 250 votos, a pesar de lo cual mantiene con comodidad la segunda posición. El descenso es uniforme y se produce en los 12 colegios electorales. Los socialistas, por su parte, acaban terceros con ocho votos más que en las elecciones de diciembre, si bien con un comportamiento irregular en las diferentes mesas. De este modo, las urnas fueron más favorables en 5 de ellos (Johán Carballeira, Sala Amalia Domínguez, A Pedra, A Torre y Casa do Pobo de Beluso), en dos se produjo el mismo resultado y en otras 5 perdieron votos.

Ante la falta del anunciado sorpasso de la izquierda, el único que se produjo en Bueu fue el de Ciudadanos a BNG-Nós. La formación naranja sube ligeramente sus papeletas y se aprovecha del hundimiento de unos nacionalistas que no parecen haber tocado fondo y que se convierten en la quinta fuerza política en el municipio, con unos pírricos 370 votos. La bajada de votos de BNG-Nós es uniforme en todos los colegios e incluso queda por detrás de Ciudadanos en 10 de ellos. Tan solo en Sanamedio ganaron a los de Albert Rivera por un voto, mientras que en Meiro ambas formaciones registraron un empate a 24 sufragios.

Con cuatro puntos menos de participación (del 72,22% de diciembre al 68,29% del domingo), lo que se traduce en unos 400 votantes menos, todo apunta a que la mayor abstención acabó castigando a los grupos de izquierda, que perdieron conjuntamente algo menos de 500 apoyos.

El regidor local del BNG, Félix Juncal, huyó de una interpretación en clave local de unos resultados que son en toda Galicia "malos pero agardados" y los justifica en que "o BNG está nunha posición débil e de momento non é capaz de atopar as claves necesarias para saír dela. Hai unha debilitación continua en canto a apoio social e electoral". Asimismo, mostró su confianza en que la dirección nacional del BNG "saiba analizar os resultados, pero sobre todo, que se poñan enriba da mesa unha serie de medidas. O BNG ten que saír xa dunha vez por todas da situación na que está inmerso para presentarse nas eleccións galegas con expectativas de ter un papel protagonista".

La otra cara de la moneda era la portavoz del PP, Berta Pérez, que señalaba que "tenía buenas vibraciones pero hasta que no son las elecciones no sabes hasta qué punto van a salir bien las cosas". La edil popular afirma que "en las locales la gente estaba bastante decepcionada con nosotros, en diciembre parte de ellos se fueron a Ciudadanos y ahora parece que volvemos a tener su confianza". Ahora, asume que "el reto son las municipales. Tenemos que intentar cambiar la tendencia [victorias aplastantes del BNG] poco a poco".

Julio Villanueva, edil de ACB-SON (vinculado a En Marea), mostró su disgusto con los resultados a nivel general, "porque non chegamos a esa xente xoven. O que precisa a esquerda é ter os mesmos soldados que o PP. Que ninguén quede na casa. Unirse e ter soldados para que ata a última persoa coa nosa ideoloxía vote". En el plano local dijo estar "encantado porque cun so edil somos a segunda forza en Bueu mentres que o alcalde, con 12, consigue os mesmo votos que eu para ser concelleiro".

José Vilas, del PSOE, se mostró crítico a pesar de mantener los votos. "Agradecemos a confianza da xente, pero me gustaba subir máis. Creo que circunstancias de última hora como o Brexit asustaron á xente, igual que o rexeitamento de Podemos a facer goberno nos anteriores comicios", señala.