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El centro-derecha toma la delantera en Galicia a las puertas de las autonómicas

PP y Ciudadanos invierten el estado de fuerzas con PSdeG, En Marea y BNG -Los viejos partidos ganan terreno a los nuevos

Galicia gira a la derecha a cuatro meses de las elecciones autonómicas. El 26-J ha situado el bloque conservador de centro-derecha que nutren PP y Ciudadanos por delante de la izquierda que representan PSdeG, En Marea y BNG, con un sorpasso que varía el estado de ánimo en ambos bandos. Los primeros sumaron 777.765 papeletas por 734.298 de unos rivales -a falta del recuento del voto por correo- que en ningún caso facilitarían la tercera investidura de Alberto Núñez Feijóo. Esos casi 43.500 apoyos de ventaja suponen una vuelta de calcetín al 20-D, cuando el sector progresista aventajó en más de 73.000 a sus oponentes: 831.781 frente a 758.475. Las cuatro provincias presentan el mismo equilibrio, cuando el sector progresista se había impuesto hace seis meses en todas menos Lugo.

La tendencia también se expresa a nivel estatal. Si el 20-D, PP y Ciudadanos sumaron 10,7 millones de votos y 163 escaños, esta cita supuso un repunte hasta superar los 11 millones y 168 asientos. Enfrente, la izquierda perdió 1,2 millones hasta los 10,4.

En Galicia, el PP es el gran vencedor de los comicios y responsable de ese desequilibrio de la balanza junto a la abstención en la izquierda. A pesar de la cautela con que deben realizarse extrapolaciones de unas generales a otro tipo de comicios, pues en cada cita electoral intervienen factores diferentes, los populares afrontan la recta final antes de las autonómicas en su mejor momento desde el mazazo de las municipales de 2015. Sus rivales han dejado atrás su mejor estado de forma y parecen envueltos en dudas antes del partido definitivo.

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El bloque de centro-derecha gana 19.000 votos en seis meses, 34.000 procedentes de los populares menos 15.000 que pierde Ciudadanos, pero dos escaños y un senador. Pero el papel de los naranjas será clave. Ayer, Yolanda Díaz, de En Marea, los dio por desaparecidos en Galicia, una análisis lejos de la realidad.

Feijóo recupera de Albert Rivera los apoyos necesarios para sumar dos escaños y dejar sin voz a sus potenciales socios, pero C's mantiene 134.000 votos, que son casi tres veces los sumados por el BNG. Aunque en una cita autonómica, el resultado podría ser inverso a los de este último, el destino de sus apoyos será determinante. Primero, porque en las autonómicas C's prescindirá de su mejor valor, Rivera, y el PP colocará de cartel al que señaló como su mejor activo, Feijóo, cuando le exigieron que se quedase, por lo que tendría más fácil pescar en el caladero; y segundo, porque el descenso de C's podría darle por primera vez, desde la moción de censura que permitió nacer al tripartito de Laxe, una muleta al PP para gobernar sin mayoría absoluta.

Enfrente, el triángulo de la izquierda pierde más de 97.000 papeletas, de las que 40.600 corresponden a la provincia de A Coruña y 34.500 a Pontevedra, los graneros urbanos que nutren esta opción política tradicionalmente.

El 26-J, además, pone en solfa el "cambio histórico de ciclo" que vendieron los politólogos de Podemos. El panorama político ha variado con la irrupción de nuevos actores, pero estos parecen lejos de comandar un gobierno y parecen no haber dañado tanto como se esperaba al sector conversador. La izquierda sí se divide.

Además, los viejos partidos en Galicia se recomponen, pues PP y PSdeG ganan apoyos en diferente medida, que compensan el batacazo de un BNG abandonado a su suerte y abocado a la intrascendencia. Los tres alcanzan 1.033.982 votos, 3.300 más que hace seis meses.

Enfrente, la nueva política se desploma casi 81.500 papeletas, pasando de 559.550 a 478.081. Ya no son recién llegados.

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