Apenas hubo incidencias en las más de noventa mesas electorales a las que estaban convocados cien mil vecinos de O Salnés este domingo salvo las típicas denuncias de supuestos "carrexos" de votos o la aparición de una novia vestida de blanco en A Illa. Todas las demás son estampas típicas de la jornada, aunque distintas a las del 20-D por ese aire veraniego que exhibían las familias o las ligeras vestimentas de muchos electores -incluidos bañadores- y responsables de las mesas para soportar los casi 30 grados que se alcanzaron en momentos.

La playa provocó que la afluencia de votantes fuera muy alta hasta mediodía. En A Escardia, como se ve en la foto principal que acompaña, hubo hasta aglomeraciones. De hecho, en el primer balance de resultados se había superado la participación de hace seis meses.

En las demás mesas las escenas fueron sobre todo domésticas. Familias al completo que se presentaban en el colegio para cumplir con el principal derecho democrático que establece la Constitución. Pero también muchos niños que tuvieron su primera experiencia de depositar el voto de sus padres en la urna. Escenas bucólicas, sin duda, en las que también tuvieron su protagonismo las mascotas, quealgunos electores quisieron llevar consigo a pie de urna.

Las incidencias fueron poco significativas salvo en Cambados donde además del amago de denuncia de "carrexo" por parte de Somos también se produjo una avería eléctrica en el colegio público de Castrelo que los técnicos resolvieron en una hora más o menos. No pasó nada porque el recuento iba a ser manual.

Luego llegó la hora del recuento. A las once de la noche ya se conocía el cien por cien de los resultados. Fue el momento de los partidos que estaban preparados para la celebración si los resultados acompañaban. Los momento más exultantes se vieron en la sede del PP de Vilagarcía a la que acudió Tomás Fole para festejar el crecimiento en votos que conoció como apoderado. En las demás sedes el ambiente fue más mohíno. La mayor parte acataba los resultados pero las caras eran de cierta decepción al término del recuento.

Queda ahora prepararse para la nueva cita electoral. Será en otoño cuando se celebren las elecciones autonómicas. Ahí volverán a descorcharse las botellas, si los ciudadanos así lo deciden.