Y la sorpresa llegó con el zarpazo del PP -la marea azul vuelve a barrer Galicia-, que se llevó por delante el sorpasso de Podemos, los sondeos, las encuestas y las aspiraciones de Ciudadanos, que lejos de consolidarse pierde su único sillón gallego en la Cámara. Dos escaños suman los populares en la comunidad a los 10 del 20D, lo hacen en A Coruña y en Ourense, donde En Marea-Podemos pierde un representante. Una segunda vuelta que gana en participación con respecto al 20D cerca de ocho puntos.

A expensas de alcanzar el 100% del escrutinio -estos datos son con el 94% del recuento y falta aún el voto por correo-, el PP vence en Galicia con 12 escaños -dos más que en diciembre-; el PSOE resiste con los 6 que ya obtuvo en la primera vuelta; En Marea Podemos pierde un escaño y se queda con 5 y se esfuma el único diputado gallego de Ciudadanos -que le roba el PP en A Coruña-.

Por ciudades, el PP le da el sorpasso a la Marea en Vigo, que registra unos 10.000 apoyos menos -igual que en la ciudad herculina-, y donde los socialistas crecen ligeramente.

Caminito a Raxoi

La llamada al voto útil, a los moderados, los indecisos, el tsunami del Brexit, seis meses perdidos en pasillos de ida y vuelta... Si este segundo asalto era un dilema entre lo nuevo y lo viejo, el resultado es obvio, con empate técnico entre la derecha y la izquierda que acaba en jaque al bipartidismo.

Y con estos mimbres Galicia afronta ahora una nueva senda electoral que pinta en azul y en la que los socialistas, lejos estar muertos, hacen algo más que aletear. Ya lo vaticinaba Abel Caballero al cierre de la campaña: "Las encuestas me daban trece concejales y saque 17". Pues eso; hay partido.