"Ya he recuperado las gafas después de la última visita". Así, con una broma referida a la agresión que sufrió hace seis meses en Pontevedra, comenzó ayer Mariano Rajoy su mitin en la ciudad del Lérez. El candidato del PP a la presidencia del Gobierno no quiso comenzar este acto de campaña sin antes expresar "el sentimiento de pesar y solidaridad de todos los españoles" por el asesinato en Reino Unido de la diputada laborista Jo Cox. Rajoy manifestó el deseo de todo el país de que hechos así "no vuelvan a repetirse nunca".

Ante un abarrotado Teatro Principal (hubo numeroso público que no pudo entrar al recinto al completarse el aforo), Rajoy dio respuesta en su mitin a tres "importantes" preguntas que rondan estos días, dijo, la cabeza de los españoles. La primera, "¿por qué estamos aquí hoy?". El líder del PP culpó de la repetición de las elecciones a los principales partidos de la oposición (PSOE, Podemos y Ciudadanos) por no someterse a la "primera norma de la democracia" que es "respetar la voluntad de la gente". Rajoy insistió que la única alternativa al PP es un acuerdo entre los tres y les retó "a ver si son capaces de hacerlo".

Rajoy señaló que en todos los "países libres y civilizados" la propuesta "sensata, razonable y lógica" es que, cuando no hay mayorías suficientes, se busquen acuerdos con el resto de fuerzas y si no se alcanza que gobierne la lista con más apoyos. Señala que esa fue la propuesta del PP, la más "democrática y respetuosa con la voluntad expresada por la gente" el 20 de diciembre.

La segunda pregunta a la que dio respuesta Rajoy fue ¿qué pasó desde 2011 hasta hoy? El líder popular recordó que asumieron la dirección de un país "al borde de la quiebra" y del "rescate", mientras que hoy "España es el país que más crece de la UE y se crean 1.500 empleos al día".

La tercera cuestión que es necesario aclarar al votante, según el candidato popular, es ¿qué está en juego el 26-J? Rajoy advierte de que se decide "si continuamos con los planes en marcha para consolidar la recuperación económica y que llegue a todos" o, por el contrario, entramos en un periodo de "incertidumbre e inestabilidad política". Es decir, "volver a 2011, a las andadas".

Tras asegurar a los vecinos de Pontevedra que se ve "en forma para llevar el timón de España los próximos cuatro años", Rajoy destacó la experiencia de gestión del PP y su "fortaleza" como partido que reside en los miles de militantes. "No somos una pandilla ni un grupo de advenedizos", dijo, y explicó que ahora "florecen por doquier toda suerte de personajes que arreglan el país en 48 horas". Lamentó irónicamente que no le dieran esas ideas hace 4 años, porque "entonces no tenían ninguna".

El presidente del Gobierno en funciones se comprometió a crear dos millones de empleos en los próximos cuatro años:"es posible",dijo, después de que se "hayan creado millón y medio en solo dos años". El empleo es su primer gran objetivo. El segundo "mejorar los pilares del estado de bienestar", el tercero "la unidad de España, que no se toca" y el cuarto mantener la lucha contra el terrorismo "tanto dentro como fuera de España".

Por último, Rajoy quiso certificar su apuesta por Galicia y Pontevedra. La ministra Ana Pastor le puso cifra a ese compromiso con inversiones en materia de infraestructuras por valor de mil millones en los últimos años. El presidente del Gobierno en funciones reiteró la apuesta por el AVE a Galicia, destacó la "batalla en defensa del naval" que ha permitido generar una cartera de pedidos por valor de 2.300 millones en los astilleros públicos y privados de la comunidad, así como medidas para el sector pesquero y lácteo. Pero Rajoy también destacó la lealtad de Galicia a la hora de cumplir con los objetivos de déficit por parte de la Xunta de Feijóo, algo que le hizo sentirse "orgulloso". El candidato a la presidencia del PP correspondió a esta "lealtad" anunciando que en el próximo debate sobre la financiación autonómica tendrán en cuenta alguna de las peticiones realizadas por Feijóo. La más importante la creación de un "fondo demográfico" que tenga en cuenta cuestiones como el envejecimiento de la población y "medidas para estimular la natalidad" como reclamaba recientemente el presidente de la Xunta.