Xoaquín Fernández Leiceaga ya ejerce de candidato socialista, aunque en esta campaña se dirima la composición del Congreso y el reparto de los 23 escaños de Galicia y no el reparto de sillas en el Parlamento autonómico, cita prevista en octubre y en la que él será el cabeza de cartel del puño y la rosa. Pero el ganador de las primarias y su partido pretenden aprovechar la plataforma que supone este período para dar a conocer no solo su oferta programática, sino también a quien presidir una Xunta de izquierdas. De hecho, hoy mismo presentará un decálogo de demandas para la comunidad al próximo Gobierno estatal.

El socialista ya acompañó a Pilar Cancela, presidenta de la gestora y candidata al Congreso por A Coruña, en la pegada de carteles. Ayer, primer día de campaña, también se unió a la caravana y visitó un instituto público en Arteixo, donde se entrevistó con padres que exigían el acceso a la vacuna contra la meningitis, y, por la tarde, protagonizó un mitin en Verín a favor del sistema de pensiones público, del que señaló como único garante al PSOE.

La campaña ofrece a Leiceaga no solo la oportunidad para recorrer Galicia lanzando el mensaje de su formación, sino también proyectarse en los medios, ventaja que no quiere desaprovechar. De momento, el que fuera portavoz parlamentario del PSdeG centró su mensaje en reivindicar a su formación como garante de dos de las piezas fundamentales del Estado del Bienestar: la educación y las pensiones.

Las elecciones suponen un nuevo asalto de la batalla que libraron por la hegemonía en la izquierda PSOE y Podemos; si bien en Galicia En Marea y socialistas empataron en escaños, pero estos quedaron relegados al tercer puesto por primera vez en la historia.

Leiceaga quiso contraponer los discursos grandilocuentes con el legado socialista, al tiempo que negó ayer el sorpasso de En Marea en escaños -7 a 5- que pronostica la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas.

En la Galicia más envejecida, Leiceaga señaló que su formación "es la única que se compromete a garantizar el futuro de las pensiones". Acompañado en Verín por la número 1 al Congreso por Ourense, Rocío Frutos, defendió la idea básica de la socialdemocracia: la redistribución de riqueza.

Y ahí arremetió contra el PP y la gestión de Mariano Rajoy, candidato a retener la Presidencia del Gobierno. "Redujo a menos de la mitad en solo cuatro años la hucha que dejamos los socialistas", criticó en alusión al fondo de reserva. "Las políticas del PP son una seria amenaza para el sistema público de pensiones y, si continúan a este ritmo de gasto, la hucha quedará completamente vacía en 2018", alertó.

Tampoco se olvidó de atacar a sus rivales. "Hay dos personas que no quieren que haya campaña, Rajoy y Pablo Iglesias. Quieren a la gente desinformada", censuró el candidato a la Xunta.

Por la mañana, en compañía de Cancela, apostó por la educación como "llave del futuro y de la igualdad de oportunidades" y apostó por situar a los centros públicos "a la altura del mejor centro privado".