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la mirada

Catorce preguntas para el post-20D

Los partidos de izquierda suman en Galicia casi 72.000 votos más que las opciones de derecha a un año de los comicios autonómicos - PSdeG y En Marea ya se han lanzado a disputarse el liderazgo del motor del cambio - El PPdeG sopesa cómo continuar con éxito la renovación emprendida tras las municipales

1 | ¿Galicia es de izquierdas o de derechas? Hace cuatro años la mayoría de los gallegos votaban a la derecha: 855.732 para el PP y 634.502 que se repartían entre PSdeG (451.223) y BNG (183.279). La situación ha mudado. Los partidos de izquierdan suman 71.696 papeletas más que los de la derecha el 20-D. Y también logran más escaños: 12 (6 de En Marea y 6 de PSdeG) frente a 11 (10 PPdeG y 1 de Ciudadanos). Las opciones progresistas ganan terreno a las conservadoras pero por poco: un 50,69 de los sufragios. La razón: la aparición de En Marea, la coalición de Podemos, Anova, EU y las Mareas locales, que tiene su antecedente en las elecciones autonómicas de 2012, con AGE, unión de Anova y EU, que logró 9 diputados, y en las las municipales de mayo, con las Mareas, que lograron las alcaldías de A Coruña, Santiago y Ferrol.

2 | ¿Resiste el bipartidismo en Galicia? Mejor que en España. PP y PSOE suman el 58% de los votos en Galicia, frente al 50,7% a nivel estatal. Eso sí, el retroceso del bipartidismo imperfecto, que ha permitido la alternancia de los dos grandes partidos, PP y PSOE, en Moncloa, con el apoyo puntual de partidos nacionalistas, es más o menos similar. En 2011, las papeletas de PP y PSOE representaban el 80% de los sufragios emitidos en la comunidad, ahora son el 58%. Veintidos puntos menos. En España, se pasó del 73% al 50,7%, 22,6 puntos de caída. La gestión de la crisis económica tanto por parte del PSOE, en la época de Zapatero, y del PP, con Mariano Rajoy al frente del Gobierno, y los sucesivos escándalos de corrupción, han puesto en cuestión el papel de los partidos tradicionales, que tampoco han sabido interprepar las nuevas exigencias de los ciudadanos, especialmente de los más jóvenes.

3 | ¿Cuál es la fuerza de los partidos emergentes? El 33% de las papeletas que los gallegos depositaron hace siete días en las urnas era para un partido emergente. En Marea y Ciudadanos recogieron 558.280 papeletas (408.370 de En Marea y 149.910 de Ciudadanos) frente al algo más de un millón de sufragios de PPdeG, PSdeG y BNG. Hace cuatro años, estas tres formaciones sumaban 1.490.234 votos. Los nuevos partidos no han protagonizado el vuelco, pero son significativos con esa porción de la tarta electoral. En España, pueden determinar la gobernabilidad y en Galicia, la alternativa a un Ejecutivo del PPdeG puede pasar no ya por un Gobierno liderado por el PSdeG, sino por En Marea.

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1 | ¿Quién es el ganador del 20-D? Los comicios los ganó el PPdeG. Fue el más votado, pero perdió cinco escaños, al pasar de 15 a 10 diputados, y 250.554 votos. El PSdeG tampoco puede darse por satisfecho con el resultado. Logró mantener escaños (6) pero se dejó 103.291 sufragios con respecto a 2011. El gran derrotado fue el BNG, con 70.464 votos, al quedarse fuera de las Cortes. Incluso Ciudadanos le supera en papeletas: 149.910 que le otorgan un parlamentario por A Coruña. El triunfador del 20-D en Galicia fue En Marea, que logra seis escaños y suma 60.000 votos más que el PSdeG, lo que le coloca como segunda fuerza.

5 | ¿Qué va a pasar en los comicios autonómicos? El comportamiento electoral no es lo mismo si la cita con las urnas es para elegir alcalde, presidente del Gobierno o titular de la Xunta, pero lo cierto es que la extrapolación del 20-D a las elecciones autonómicas deja tocado al PPdeG. Perdería la mayoría absoluta, y necesitaría el respaldo de Ciudadanos para mantenerse en San Caetano. El PP gallego logró en las últimas elecciones autonómicas de 2012 661.281 papeletas. Son 56.103 votos más que el 20-D y que los populares deben apresurarse a recuperar si quieren blindar el poder autonómico, la única mayoría absoluta de que pueden presumir en España en estos momentos. Y todo además en un escenario más volátil y más fragmentado y por primera vez con un partido que compite por su mismo espacio electoral: Ciudadanos. El PPdeG esgrime que el pasado domingo sumó 78.853 sufragios más que en las municipales de mayo. El resultado del 15-M está en el aire. La mayoría absoluta es una incerteza, pero la alternativa tampoco está clara. La batalla se presenta reñida. Por el momento, el PPdeG ya ha anunciado que continuará la renovación de equipos, propuestas y actitudes emprendida tras el correctivo de las locales de mayo. ¿Qué hará ahora que ya cambió la Xunta e inicio el giro a una política más social? ¿Tiene tiempo de recuperar a los electores descontentos que le han sido infieles?

6 | ¿Habrá adelanto electoral? Alberto Núñez Feijóo ha dicho que no y la incerteza de lo que sucederá en Madrid e incluso la posibilidad de que en España se puedan celebrar en primavera de nuevo elecciones invita a pensar que al menos de momento se agotará la legislatura. En Galicia solo En Marea ha reclamado la convocatoria de comicios. Lógico, quiere aprovechar su fase de expansión, mientras PSdeG sin candidato y pendiente de la imputación de Besteiro, y el PPdeG, atento a qué pasa en Madrid para saber si puede seguir contando con Feijóo para la Xunta, rechazan tal posibilidad. El BNG prepara la asamblea de su reivención, así que también necesita tiempo para intentar resurgir de sus cenizas.

7 | ¿Influirá en Galicia lo que pase en Madrid? Sí, y no solo para marcar la fecha de la cita con las urnas. Si al final en Madrid hay un Gobierno de progreso, como intenta Pedro Sánchez, la tendencia será de cambio, pero también puede suceder que si Galicia llega a los comicios autonómicos con tensiones entre los aliados del Ejecutivos, la crisis se castigue en las urnas. También tendrá consecuencias para el PPdeG y ahí viene la siguiente pregunta:

8 | ¿Será Feijóo candidato? Quizás ni él lo sepa. En el PPdeG existe la convicción de que prefiere no presentarse y desearía abrir una nueva etapa en Madrid con un papel destacado en el PP. La cuestión es si se dan las circunstancias favorables para su marcha. La escena estatal es pura incógnita. En su contra juega que no tiene un sucesor que pueda garantizar a los populares la única mayoría absoluta que tienen. En más de una ocasión Feijóo ha dicho que dos mandatos para un cargo político es "un planteamiento bastante razonable" y añadió que los gobiernos "largos" de "16 o 20 años" forman parte "del pasado". Feijó lleva 8 años al frente de la Xunta y no quiere cerrar su carrera política con una derrota.

9 | ¿Y Besteiro? El 12 de enero el líder de los socialistas gallegos, José Ramón Gómez Besteiro, declarará ante la juez De Lara, que le ha imputado en el caso Garañón por tráfico de influencias, cohecho, prevaricación y contra la ordenación del territorio en su etapa como edil de Urbanismo en Lugo. El secretario xeral del PSdeG necesita librarse de la imputación para tener ciertas garantías de éxito en su carrera hacia la Xunta, pero hasta ahora no ha tenido suerte y otros imputados de la juez llevan años en la condición de imputados. En el PSdeG, pasa en cierto modo, igual que en el PPdeG. Parece no haber plan B por si Besteiro no puede ser candidato a presidente. El exministro de Fomento, exnúmero dos del PSOE y ahora eurodiputado José Blanco se mueve para el puesto, pero en el PSdeG son conscientes de que el político lucense es "pasado" y lo que necesitarían es un revulsivo. ¿Por qué? Porque su principal rival acaba de perder más de 250.000 votos y cinco escaños, y el PSdeG solo ha logrado mantener el tipo.

10 | ¿Es En Marea la segunda fuerza? El 20-D apunta que sí. Empató en escaños pero sumó más papeletas que los socialistas. El PSdeG se apresuró a presentarse como segunda fuerza porque En Marea es una coalición de partidos, no un partido. Y En Marea ya se pasea por el Parlamento gallego y las ruedas de prensa como la alternativa al PPdeG y motor del cambio en Galicia. Todo está por ver. Las diferencias de votos, entre PPdeG frente a En Marea y PSdeG, y entre En Marea y PSdeG, son pequeñas y hasta las elecciones autonómicas, en principio previstas para finales del año que viene, se les puede dar la vuelta, ensanchar la distancia o achicarla. En todo caso, el cambio en Galicia pasa por un entendimiento de socialistas y En Marea. Compiten por el mismo espacio, pero deben visualizar la posibilidad de una alternativa.

11 | ¿Tiene En Marea mimbres para ser la alternativa? Es un proyecto recién nacido que ha logrado el respaldo de 408.370 electores. Hace cuatro años, BNG (183.279 papeletas) y EU (67.182) por separado conseguían en las generales 250.461 sufragios. En Marea, la coalición de Podemos, Anova, EU y las Mareas, atrajó el 20-D a casi 158.000 votantes más. Aparte de 'robarle' buena parte de los votos al Bloque y sumar los de EU, ha crecido porque ha captado votantes descontentos del PSdeG e incluso del PPdeG y, los expertos, apuntan que ha movilizado voto joven que no acostumbra a participar en las citas electorales. La incertidumbre es que En Marea debe apartir de ahora saber gestionar una amalgama de fuerzas diferentes (nacionalistas, comunistas, ...) con intereses en ocasiones distintos (Podemos y EU) para que fines particulares no hagan estallar por los aires la alianza. También debe dotarse de la estructura organizativa y humana necesaria para funcionar y ser creíble como alternativa y no repetir errores del pasado. El embrión de En Marea fue AGE, que en las autonómicas de 2012 logró 9 escaños y dos de sus diputados ya se pasaron al Grupo Mixto.

12 | ¿Quién es el líder de En Marea? También debe resolver la cuestión de su liderazgo. Xosé Manuel Beiras con 80 años anuncia que no quiere seguir en el Parlamento, pero es su gran referente. ¿Quién será el cabeza de cartel para las autonómicas? Sus otros referentes ya están ocupados. Yolanda Díaz, la líder de Esquerda Unida, acaba de ganar un acta en el Congreso por A Coruña, y Martiño Noriega, a quien Beiras siempre ha visto como su sucesor, acaba de llegar a la alcaldía de Santiago, y asegura que no se moverá de allí. Díaz se muestra más ambigüa.

13 | ¿Cuál será el papel de Ciudadanos en Galicia? Los resultados de Ciudadanos en Galicia no fueron los esperados, pero tampoco en España. Obtuvo 149.910 votos en la comunidad y un escaño por A Coruña. Un éxito si tenemos en cuenta que la campaña fue mínima, los candidatos permanecieron casi mudos y cometieron errores como asegurar que no había programa para Galicia porque estas elecciones eran generales. En todo caso, al PPdeG le preocupa la fuerza que pueda tener el partido de Albert Rivera en Galicia. ¿Por qué? Porque es la única fuerza que le roba votos por el centroderecha. Los populares interpretan que los cinco escaños perdidos el 20-D fueron por la mordida que les metió Ciudadanos, aunque el partido de Rivera finalmente solo se llevó uno. Los otros cuatro fueron para En Marea, que por la ley D´Hondt, rentabiliza la bajada de votos del PPdeG. Los populares no lo tienen claro con el partido naranja. En las elecciones municipales confiaban en que los ediles que ganara Ciudadanos, aunque fuese a costa del PP, les permitirían permanecer en las alcaldías de las grandes ciudades. Al final, en las locales de mayo y ahora en las generales, Rivera y los suyos no crecen lo suficiente para convertirse en aliados. Juntos no suman para detentar el poder. ¿Qué pasaría en unas autonómicas? Todo depende de si Rivera apuesta por Galicia, por desarrollar un proyecto para la comunidad, por entender sus peculiaridades como comunidad histórica que es, con una lengua y una cultura propias, ... Ciudadanos puede ser el aliado del PPdeG o quien cabe la tumba de su derrota.

14 | ¿Tiene futuro el BNG? En las elecciones autonómicas de 1997 el Bloque alcanzaba su techo de votos y se aupaba como segunda fuerza del Parlamento: 395.435 votos, doce mil sufragios más que En Marea el 20-D. En unas generales, las de 2000, llegó a sumar 306.268 papeletas y tres escaños. Eran los buenos tiempos y su líder era Xosé Manuel Beiras. Hace siete días, el BNG apenas superaba los 70.460 votos y hacía las maletas de las Cortes,tras 20 años de presencia. Su crisis lleva larvada muchos años. Ya tocó poder en el Xunta en 2005, perdiendo apoyos ciudadanos pero pisar los despachos de San Caetano actuó como bálsamo, no se tomaron medidas y cuando cuatro años después el bipartito quedó en una experiencia de una sola legislatura la fractura interna y con la sociedad ya era irremediable. A partir de ahí se sucedieron las escisiones y fugas del BNG. La formación nacionalista apostó por la pureza del ADN gallego al buscar aliados que le ayudaran a sobrellevar la travesía del desierto pero no ha sido suficiente. Con los resultados del 20-D no entrarían en el Parlamento gallego. En el BNG, sostienen que en una cita autonómica el comportamiento electoral será diferente y que tienen opciones de futuro, eso sí, ven en peligro el grupo parlamentario en O Hórreo. La formación liderada por Xavier Vence prepara una asamblea de "reivención". ¿Doblará el espinazo y se aliará con En Marea, donde están muchos de sus antiguos compañeros de batallas, o se mantendrá en sus trece de conformar una lista 100% nacionalista? Por el momento, parece dispuesto a cambiar de nuevo las siglas, pero no se atisban cambios en su estrategia de no confluir con proyectos que no sean exclusivamente gallegos.

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