Pontevedra es el paradigma del nuevo reparto de equilibrios políticos en Galicia. El PP amarra el 34% de los votos -3 escaños, uno menos- después de perder cerca de 89.000 desde 2011. En Marea consigue aquí su mejor dato: casi el 28% de los respaldos (159.000) y dos diputados. Nós pasa de los 67.000 cosechados hace cuatro años a sólo 26.400.