Alberto Garzón no ha conseguido la meta que se había puesto de que Izquierda Unida mantuviera el grupo parlamentario en el Congreso, aunque fuera raspado, pero sí ha logrado que resista en la vida parlamentaria, pese a la fuerte estocada que le ha dado Podemos.

Desde que dio un paso al frente para presentar su candidatura a la Presidencia del Gobierno, Garzón puso todo el interés en evitar el empuje de Pablo Iglesias, intentando primero neutralizar a su mayor rival político con un proyecto de unidad popular.

Sin embargo, después de muchas vueltas y de mucho empeño, IU se quedó prácticamente convergiendo consigo misma, salvo en Cataluña y Galicia, donde el éxito electoral de la confluencia lo ha capitalizado Podemos.

Tras conseguir en 2011 su escaño por Málaga, Garzón afrontaba ayer una cita electoral muy complicada, para la que se ha preparado a marchas forzadas y levantando más de una ampolla entre los suyos, que le llegaron a ver incluso como un "infiltrado" de Podemos para acabar con Izquierda Unida.

Cierto es que Iglesias le ha estado tirando los tejos durante todo este tiempo pero él, que por su perfil podría encajar perfectamente en el molde de este nuevo partido, no se ha dejado finalmente encandilar, insistiendo en que su proyecto era promover una nueva IU.

Su falta de experiencia y juventud -tiene 30 años recién cumplidos- son otros reproches que le han caído desde sus propias filas, especialmente del sector que abandera Gaspar Llamazares.

Pero críticas aparte, Garzón fue respaldado para esta misión por más del 75 por ciento del Consejo Político, después de dar el salto a la arena electoral hace un año, cuando Cayo Lara -todavía coordinador federal- decidió apartarse de esta competición, forzado por las exigencias de renovación generacional.

Con un liderazgo forjado en el movimiento 15M, este malagueño por elección, aunque nacido en Logroño, ha tenido una carrera meteórica en IU, donde empezó a militar en 2003 y donde pronto empezó a hacerse un hueco, sobre todo por su proyección parlamentaria, especialmente como "azote económico" del Gobierno.

Esquivo en los pasillos del Congreso y en su relación con los periodistas, es, sin embargo, uno de los dirigentes de IU más mediáticos, con una presencia habitual en los platós de televisión y en las redes sociales.

Tiene también un blog, "Pijus Economicus", que recoge toda su actividad parlamentaria y sus teorías políticas y económicas, y es autor de varios libros como "La Tercera República" (2013), "Esto tiene Arreglo" (2012), "La Gran Estafa" (2013) o el último "A pie de escaño" (2015)