El presidente del PP, Mariano Rajoy, reconoció anoche las dificultades que se avecinan para la gobernabilidad del país, con un Parlamento tan fragmentado como el que dejaron las elecciones de ayer. Sin embargo, se mostró dispuesto a intentarlo. "Hará falta hablar mucho y dialogar más", dijo el presidente del Gobierno en funciones desde el balcón de la sede nacional del PP, en la madrileña calle Génova. "No va a ser fácil", continuó, pero "lo voy a intentar", prometió.

Y es que Rajoy quiso dejar muy claro que "quien gana las elecciones debe intentar formar Gobierno". Y uno "estable, con el único objetivo de servir a los intereses generales de los españoles", recalcó, porque ése es su único "norte".

"España necesita estabilidad, seguridad, certidumbre y confianza", aseguró el jefe del Ejecutivo, quien reconoció que a partir de ahora "será necesario hablar, dialogar y llegar a entendimientos y acuerdos". "Y yo lo voy a intentar", repitió.

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Desde el balcón de la sede nacional del partido, junto a su mujer, Elvira Fernández, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, y la cúpula del partido, encabezada por la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal.

Tras señalar que el PP fue ayer la primera fuerza con una diferencia de 1,6 millones de votos sobre el segundo partido con más respaldo en las urnas -el PSOE-, al que aventajó en treinta escaños, Rajoy volvió a decir lo que ha venido repitiendo "hasta la saciedad" durante la campaña y a lo largo de su vida política: que "quien gana las elecciones debe intentar formar gobierno".

Y eso, apuntó, es lo que él piensa hacer, aunque admitió que a partir de ahora se inicia una etapa que "no va a ser fácil". "Pero en las dificultades se ve a los políticos de verdad", advirtió. Eso sí, insistió en que el país necesita un "gobierno estable", porque hay que "perseverar en lo que se ha hecho estos años" ahora que hay "sentadas bases sólidas para el futuro".

Aseguró, con todo, que el "margen de mejora es muy grande" y por ello se necesita un Gobierno "que tenga apoyo parlamentario".

Antes, nada más salir el balcón de la sede de Génova, al filo de la medianoche, dio las gracias a la militancia por su "determinación y coraje" y por ser "leales" a las ideas del partido, y también agradeció a los más de siete millones de votantes que han hecho posible que el PP sea, "una vez más, la primera fuerza política de España".

Tuvo tiempo también para recordar los cuatro años "difíciles" en los que ha gobernado y aseguró que todo lo que ha hecho ha sido "lo que creía que era bueno para el interés general de España". "Esa ha sido nuestra única guía a la hora de gobernar", apostilló el Presidente.

En la calle Génova había cerca de trescientas personas con banderas del partido y de España que aplaudieron a Rajoy, le recibieron al grito de "presidente, presidente" e incluso le pidieron que botara, lo que Rajoy hizo tímidamente en una ocasión.

Con la Vicepresidenta a un lado y su mujer al otro, junto a Cospedal, y en presencia de todo el comité de dirección y de las presidentas de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y el PP regional, Esperanza Aguirre, Rajoy dio este breve discurso en una noche en la que el partido no compareció en rueda de prensa tras los resultados.

Antes, Sáenz de Santamaría había comparecido desde el centro de datos para ofrecer el resultado con el 90,39% escrutado. "El PP es el partido que ha ganado las elecciones con 122 diputados", fue su principal titular.

Su comparecencia junto al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, comenzó pasadas las 22.30 horas. Y después de dar cuenta del escrutinio por comunidades, la vicepresidenta del Gobierno aceptó varias preguntas.

La principal, sobre posibles pactos de Gobierno. Sáenz de Santamaría evitó en todo momento "entrar a valorar" esta cuestión, ya que, tal como especificó, tanto ella como el ministro del Interior estaban compareciendo "en representación del Gobierno de España y no de ningún partido político en concreto".