"Somos los diputados con el salario más bajo de Europa, aunque es suficiente para nuestro trabajo. No estoy a favor de subirlo, pero tampoco de reducirlo". Con esta contundencia, aludiendo a una comparativa realizada en 2013 por el diario inglés The Guardian, defiende la socialista Laura Seara las nóminas que comenzarán a recibir los 350 diputados y 266 senadores cuando se constituyan las Cortes en función de los resultados del domingo, un tema polémico que provocó que se aplicasen varios recortes para no dejar inmunes al tijeretazo del gasto público durante la crisis a los representantes institucionales.
Los sueldos de estos políticos resultan un compendio de atribuciones, pero el mínimo salario para un diputado en la Cámara Baja asciende a 64.918 euros, según la información oficial. Se trata de un sueldo de 2.813 euros en catorce pagas que está congelado desde hace cinco años y al que se le aplicó también la supresión de la paga extra decidida por el Gobierno de Rajoy para los trabajadores públicos, pero a esa cantidad comienzan a sumarse otras en función del cargo y para costear su estancia en Madrid.
Como dietas exentas de tributación, cada una de sus señorías percibe 1.824 euros mensuales destinados a comer y dormir en Madrid, donde se celebran plenos en el Congreso cada semana. En caso de ser elegido por la circunscripción de la capital, esa cuantía se rebaja a 870. Es decir, un diputado puede ir a comer y dormir a casa si vive en Madrid, pero se le abona esa cantidad igualmente. Otros de fuera poseen piso en la capital, pero se les paga igualmente la indemnización.
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La tarea que cada cargo electo tiene asignada también supone un extra de entre 9.121 euros en el caso del presidente de la Cámara Baja -que al año se embolsa 190.000- y los 698 de un portavoz adjunto de una comisión. Un análisis publicado por ABC reveló que solo 21 de los 350 diputados contaban con su asignación pelada. El resto contaba con algún puesto que elevaba el salario medio a 5.730 euros mensuales.
"El sueldo es más que suficiente, pero también debo decir que, en mi caso, mínimo se me iban 1.200 euros. Pasé en Madrid de lunes a jueves cada semana compartiendo un piso de alquiler, no en el Palace como estaba Duran i Lleida, además de comer y demás. Y los precios no son los de Santiago", justifica Seara, desplazada de las listas por la dirección del PSOE, a pesar de contar con el apoyo de una votación entre las bases para repetir como cabeza de cartel por Ourense.
Al hilo de su argumento, matiza que "cobran mucho más los diputados gallegos" en proporción, no solo por los menores precios de la comunidad, sino porque pueden acudir a sus hogares sin pasar más de media semana fuera. En las Cortes ingresan casi 65.000 euros anuales, mientras en O Hórreo alcanzan los 57.600.
Carlos Aymerich se ha retirado de la primera línea política tras haber sido portavoz del BNG en el Congreso y en O Hórreo. Para él, es necesario abordar un debate "serio" sobre las incompatibilidades de los parlamentarios, tras fijar un salario digno. "El problema es que en Madrid se permite de todo en el tema de incompatibilidades, a pesar de que todos tienen dedicación exclusiva", apunta señalando al popular Pedro Gómez de la Serna, al que el PP presiona para que renuncie a su candidatura después de que El Mundo publicase que cobró comisiones como conseguidor de contratos mientras ejercía de diputado. Él alegó que la Cámara autorizó esa tarea.
El exdirigente nacionalista, centrado ahora en las clases en la Universidade de A Coruña, también reclama mayor control sobre las indemnizaciones a los diputados por trabajar en Madrid. "Se convirtieron en una especie de sueldo", reconoce, para ahorrarle a la Cámara trabajo en la comprobación de cada gasto.
La aparición de Podemos en el mapa político ha centrado el debate en los salarios públicos, especialmente de los miembros electos. El exsenador y actual presidente del Puerto de Vigo, Enrique López Veiga, declaraba hace días a este diario que las restricciones salariales podían reducir la capacidad de la esfera pública para atraer a profesionales de calado. "En la empresa privada muchos ganan más", comentaba, recordando también que como funcionario de la Unión Europea ingresaba más que en la Cámara Alta.
En su declaración de bienes, López Veiga reconocía que cobraba 72.800 euros anuales del Senado, más otros 59.652 por una pensión como exfuncionario comunitario, compatible con la primera asignación.
En ese punto coincide Seara, que afea a los partidos emergentes situar el foco sobre los sueldos, por ejemplo, de alcaldes de grandes ciudades que pueden cobrar menos que alguno de sus subordinados, en alusión a funcionarios de alto rango. Eso pasa también con los presidentes de la Xunta o del Gobierno.
Funcionarios o millonarios
"Es de una demagogia extrema", critica antes de lamentar la restricción del acceso a la política. "Poco a poco vamos a provocar que solo se presenten funcionarios y millonarios, porque cada vez las profesiones liberales tienen más dificultades para volver a su puesto y pueden cobrar más en lo privado", alerta. "En la primera legislatura constituyente el 25% de diputados era funcionario; en 2011, fue el 70%", añade.
Aymerich también se muestra crítico con el debate salarial abierto por Podemos, que se marcó un límite de tres salarios mínimos para sus cargos en la Eurocámara donando el resto. "Cobro 1.900 euros y el resto lo paso a mi propia productora. No es serio", censura en alusión al líder del partido morado, Pablo Iglesias, que dimitió para centrarse en el 20-D.
El exportavoz nacionalista pide regular también los ingresos por acudir a programas televisivos, algo que comparte Seara. "Yo di más de 90 conferencias en cuatro años y nunca cobré. Yo también dono 400 euros a cinco ONG's desde hace años, además de la aportación de unos 1.000 al partido", concluye.
