El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, admitió ayer que un gobierno en minoría lo tendría "muy difícil" para garantizar la estabilidad y sería por tanto necesario "algún tipo de acuerdo de gobierno" que no se limite solo al apoyo en la investidura.

Rajoy mantuvo una conversación informal con los periodistas que cubren su campaña electoral en el autobús en el que viajan y no quiso "adelantar acontecimientos" sobre lo que puede ocurrir el domingo en las urnas, pero sí insistió, a cinco días de la cita, en su convencimiento de que el PP será el partido más votado.

Consideró que en este momento España "necesita estabilidad" y seguir generando "confianza" dentro y fuera del país. "Si no, es muy difícil manejarse", añadió.

Por eso, admitió que un gobierno en minoría, "si no tiene algún tipo de acuerdo", es muy complicado que pueda llevar a cabo su programa, tomar las medidas y hacer las reformas necesarias para el país o aprobar las leyes importantes, como es el caso de los presupuestos.

Por eso, insistió en que tendrá que haber acuerdo que garantice la gobernabilidad y que no se limite al apoyo para la investidura.

Si no es así, "es muy difícil manejarse", y por eso debe haber "una cierta estabilidad política", ha insistido Rajoy, quien no obstante se ha negado a augurar si será con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, con quien tenga que negociar dicho acuerdo.

Tampoco quiso hacer Rajoy estimaciones sobre los resultados del domingo. "Yo no debo hacer quinielas ni porras", apuntó.

En un mitin en Santander, pidió a los suyos "apretar" en este "sprint final" hacia las elecciones del domingo y, tras advertir de que estos comicios no son "ni una ruleta rusa ni una cita a ciegas", subrayó que el único partido que "ofrece seguridad" es el PP.

Rajoy insistió en contraponer la gestión de PP y PSOE: "No hemos venido como otros a insultar, a dividir y a pelear, hemos venido a coger el país hundido que nos dejaron los socialistas y ponerlo de nuevo en pie y funcionando a toda máquina", señaló.

"No hay un punto muerto en la política, no hay margen para bajar los brazos, todo lo que no sea seguir avanzando será retroceder, todo lo que no sean reformas será parálisis", dijo Rajoy, quien ha concluido que "todo lo que no sea apostar por el empleo será volver al paro de los socialistas".