El líder de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, lanzó su arsenal dialéctico contra sus rivales políticos en Ferrol, donde precisamente una alianza de la izquierda descabalgó a su partido de la Alcaldía en las pasadas municipales tras quedarse a un edil de la mayoría absoluta. Este no fue el caso que esgrimió como posible escenario estatal, sino el de la Diputación de Lugo, que evidencia, sostuvo, que PSdeG y las listas afines a Podemos y BNG solo buscan un puesto. "Son incapaces de reconocer un solo avance ya que tienen añoranza de cuando ocupaban cargos", espetó acompañado de José Manuel Rey, exalcalde desde el 24-M y ahora conselleiro de Política Social.

La campaña entra en su recta final marcada por el cara a cara entre el popular Mariano Rajoy y el socialista Pedro Sánchez, pero Feijóo incidió ayer en el miedo a la inestabilidad de los pactos. En ese hilo argumental, de nuevo resucitó al bipartito.

Ahí cargó no solo contra las formaciones de izquierda, sino también contra Ciudadanos. En su opinión, el partido naranja y Podemos pide el voto del PSOE, mientras este trata de captar a los votantes de los dos primeros y pidió alejarse de un posible tripartito. Ciudadanos, sin embargo, ha permitido cuatro gobiernos autonómicos del PP tras las elecciones de mayo.

Feijóo emuló casi a Julio Anguita y si bien no tiró de programa, sí alegó que ninguno de sus rivales "acreditó nada que supusiese una recuperación para la ciudadanía". "Todo lo que avanzó este país en estos cuatro años hubiese sido imposible sin la implicación de un pueblo ejemplar", añadió.

La "estabilidad" fue defendida de nuevo por Feijóo como garantía de continuar "creando empleo" y consolidando una recuperación económica en riesgo si se cambia de caballo a mitad de carrera. Además, el también presidente de la Xunta recordó que su formación bajará de nuevo impuestos, como hizo con el IRPF, si bien al comienzo de la legislatura el Ejecutivo de Mariano Rajoy lo elevó, al igual que hizo con el IVA.