Alberto Garzón, el candidato de Unidad Popular-Izquierda Unida a las elecciones del próximo domingo, llamó ayer a sus fieles a olvidar el "voto útil"y a sustituirlo por un "voto fértil" con el que "sembrar y germinar un nuevo país".

Garzón aseguró en Gijón que Izquierda Unida se encuentra "en un momento determinante". "Siempre hemos sido incómodos y nos quieren hacer irrelevantes, pero vamos a desbordar las expectativas y a desbordar al sistema. Ganamos el debate al que no fuimos invitados y no podrán con nosotros", arengó el líder de la coalición llamando a los ciudadanos a votar "con el corazón y la cabeza"para construir "un país nuevo con anhelos y sueños colectivos". El candidato pidió a todos los simpatizantes de su partido un "último esfuerzo" para convencer a los indecisos de depositar su confianza en una organización -la suya-, que definió como "un partido que dice lo mismo en la barra de un bar que en una tertulia televisada". Garzón enfatizó que su candidatura es la única "que ha elegido a todos los cabeza de lista a través de primarias y que no ha acudido al mercado de fichajes".

Durante el mitin el diputado y máximo responsable de Izquierda Unida a nivel nacional tuvo duras palabras para las privatizaciones llevadas a cabo por el PP y el PSOE durante sus años de gobierno y para la "corrupción estructural" que, a su juicio, viven ambos partidos. Un fenómeno para el que, argumentó, "se necesitan dos partes: la pública y la privada".