En el instituto Sánchez Cantón de Pontevedra, el mismo en el que cursó estudios el presidente Mariano Rajoy, la candidata al Congreso del PP, Ana Pastor, pidió a los vecinos de la ciudad del Lérez que renueven la confianza en su convecino al frente del Gobierno central, "un hombre que encontró un país en la ruina y fue capaz de sacarlo adelante, eso lo hizo un vecino vuestro, un pontevedrés".

Pastor volvió a destacar que frente a la seriedad y al "trabajo duro" del líder el PP, se encuentran aquellos que dejaron al país "en la quiebra", en referencia al PSOE, o a "los que se llaman partidos emergentes", líderes que "ocupaban los platós de televisión mientras Rajoy se dedicaba a trabajar". Pastor rehuye de esa supuesta dicotomía entre "nueva política y vieja política", aunque algunos partidos nuevos presenten "jóvenes promesas como Beiras", ironizó; la ministra distinguió entre "buena política y mala política" y señaló que la política "no depende de la edad sino de la experiencia". Por eso pidió el voto para Mariano Rajoy, un voto "para no perder el rumbo" y "alejarse de experimentos".

Experimentos que, según el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que la acompañó en el mitin de Pontevedra, tan solo pueden dar lugar a gobiernos como "la tomadura de pelo de la Diputación de Lugo o el sectarismo de la Diputación de Pontevedra". Feijóo insistió que, frente a posibles tripartitos, "nuestro único socio de gobierno tienen que ser los españoles".

Paseo por la ciudad

Horas antes del acto, Pastor aprovechó su presencia en la ciudad para pasear entre sus vecinos y repartir publicidad electoral.

La ministra estuvo acompañada de la presidenta del Parlamento de Galicia, Pilar Rojo. Con ellas recorrió varias calles del centro como la Peregrina y desembocaron en la feria de antigüedades.

Durante el paseo algunos mostraron su afinidad con la popular, pero también tuvo que escuchar algunos reproches sobre la corrupción del partido.