Mariano Rajoy, actual presidente, arrastra una estética previa como "hombre de partido" y "político de larga trayectoria". Es el más clásico en imagen, según los analistas, "serio, formal y protocolario". Su hábitat habitual en el escenario político es el traje, buscando el azul oscuro, corbata azul y camisas azul o blanca. El candidato del PSOE, Pedro Sánchez, combina el look de 'nuevo político', con vaquero y camisa, o jersey o americana, con el traje, que viste a veces, para conferencias, actos más formales u ocasiones como el debate político televisado de hace unos días. Albert Rivera, de Ciudadanos, busca el traje de corte más moderno, tipo Hugo Boss o Maximo Duti, también para marcar tendencia y distinguirse de sus rivales, con un estilo muy personal entre las nuevas caras, aunque también aprovecha muchos encuentros para vestirse más informal, de calle.

El candidato de Podemos, Pablo Iglesias, es quizás el más distinto y el que más se diferencia, desde su debut en política, además, vinculado a TV, según los politólogos y asesores consultados. Pantalón y camisa suele ser su uniforme, de lo más natural, "coherente" además, según los analistas, con el perfil de votante que busca mayoritariamente esta formación. A lo que se suma su "coleta", elemento clave de su estilo, desde el principio. Alberto Garzón, de Unidad Popular, tiene un look muy natural, también desenfadado si bien es más de tendencias, 'casual'.

Lo que es evidente en esta campaña es que con la apertura del abanico de partidos y las nuevas caras, la corbata ha perdido presencia en la balanza general. Todos los profesores consultados consideran que Pablo Iglesias, de Podemos, por ejemplo, "traicionaría a sus votantes" si vistiera la corbata. También consideran que la imagen de un político o de un presidente está muy vinculada a la tradición, es decir, "la gente se acostumbra y, hasta ahora, lo más común siempre ha sido vincular la corbata a la política, pero el ciudadano también acepta el look más informal; eso sí, la única regla es que debe ser coherente la imagen, con la personalidad del político y con el partido que representa", reflexionan. No sería la primera vez, en la actualidad, que un político aparca la corbata: hace mucho tiempo que Xosé Manuel Beiras, en el panorama político gallego, por ejemplo, estrenó un estilo muy personal, lejos del traje clásico. En un escenario más reciente, la política griega también marcó un antes y un después en cuanto a vestimenta y, en el ámbito gallego, los alcaldes de las 'mareas', de ciudades como Santiago, Ferrol o A Coruña, también destacan con una imagen más informal, lejos del mítico traje.

Detalles simbólicos

"En Podemos la imagen es un símbolo, un poco incluso de rebeldía, acortando distancias con el ciudadano de a pie. En este partido una corbata o un traje sería una barrera, por desafinar con su discurso. Sánchez es un candidato nuevo que representa a un partido no nuevo, pero sí es cierto que intenta, también con su imagen, un discurso político renovado. Si bien es menos rupturista que la de Podemos, por ejemplo", expresa Alberto Pena, profesor de Propaganda Política de la Universidad de Vigo. Para Miguel Anxo Bastos, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Santiago, sería ridículo que un político como Pablo Iglesias "se metiera en una estética más clásica, el electorado no admitiría ese tipo de corsé". Bastos es un defensor del traje con corbata, estética que muestra incluso en sus clases. Para este profesor, de Rajoy se espera un look clásico, "antes se decía una persona de orden, registrador de la propiedad, es normal que vista traje más clásico, así como Soraya Sáenz de Santamaría, la vicepresidenta del Gobierno, que también tiene un aspecto formal, en consonancia con el cargo que le corresponde", explica el profesor de la USC.

Para Raquel Pedrouso, coach profesional, de Pontevedra, es evidente que Podemos "tiene un estilo propio cuyos líderes tienen que defender, empezando por Pablo Iglesias". Para Pedrouso el traje no es, "para nada, crucial en un político". "El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, por ejemplo, muchas veces no lleva traje, desde hace tiempo. Y se me ocurren muchos ejemplos, como el expresidente de Uruguay, José Mújica, con un estilo totalmente discreto, y que se ganó el respeto de mucha gente", expresa Pedrouso, quien añade que estamos "acostumbrados a que los roles políticos tengan una forma concreta: trajes azul marino, casi nada de toques de colores, tampoco gris ni camel, por ejemplo". Para esta coach profesional los nuevos políticos "sí pretenden dar, con su imagen, una sensación de cambio, invitar a la transformación social". Puede haber sectores sociales, precisamente por la costumbre y la tradición, a los que les cueste visualizar un presidente sin corbata. "Pero creo que a estas alturas prácticamente todo el mundo entiende los distintos estilos que puede haber en política, desde los looks más clásicos a los más desenfadados de los políticos nuevos y que suele coincidir con los más jóvenes en edad", añade esta asesora y consultora.

DISTINTOS ESTILOS

BEIRAS

Personalidad | El político gallego siempre mostró un estilo muy propio, lejos de los cánones del traje habitual. Abrigos largos, fulares, pañuelos, trajes de lino, sombrero, pelo ´greñoso´... Xosé Manuel Beiras construyó una imagen elegante y estilosa, huyendo de lo establecido, que defiende con marcada personalidad.

VAROUFAKIS

Toque ´macarra´ | El que fue ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, sorprendió con sus camisetas informales, camisas estampadas, cuellos ´chinos´ e incluso un look con abrigo de cuero, que algunos tildaron como un poco "macarra" o "motero". Combinaba alguna americana con camisas de colores.

MUJICA

Con lo mínimo | El expresidente de Uruguay, Mújica, traspasó fronteras por su particular visión de la política y su propio modo de vida, humilde y sin ostentaciones. Esa actitud de vivir con lo mínimo y disfrutar de la naturaleza y del tiempo, más allá de lo material, se percibe también en su forma de vestir, de lo más austera.