La viguesa Alexandra Fernández es a sus 27 años la candidata cabeza de cartel más joven y apenas tiene experiencia política. Comenzó a participar en ella a partir de los movimientos del 15/M por entender que las cosas se podrían hacer de otra manera. Trabaja ocasionalmente, sobre todo en verano, como monitora de niños en Bouzas (Vigo) sobre actividades como pesca artesanal, deportes de agua o piragüismo. Pero actualmente está en el paro. Si se cumplen los pronósticos de la encuesta del CIS, obtendría escaño en el Congreso de los Diputados el próximo día 20. Sería entonces su primer "contrato laboral" de larga duración.
Natural del barrio de Coia, estudia Arquitectura y está elaborando su proyecto de fin carrera, que versa sobre el urbanismo participativo y el derecho a la ciudad.
Su pasión es la arquitectura. Participó en un programa Erasmus de la Universidad de Louvaine (Bélgica), donde dice que asimiló otras de formas de interpretar la arquitectura. "A partir de esa experiencia comencé a interesarme por su parte social y por el urbanismo entendido como algo distinto a la pura especulación, para convertir el espacio público en un espacio de socialización", confiesa.
Desde el año 2012 milita en Anova, el partido escindido del Bloque y que ahora concurre a las elecciones con Podemos y EU, y ha participado en la puesta en marcha de la Marea en Vigo.
También colabora con la asociación cultural Bou Eva -organización que toma su nombre del barco gallego donde en plena guerra civil se suicidaron ocho personas, tras ser delatadas, antes que entregarse a los falangistas-, en la que organizó una jornada sobre patrimonio, derecho a la vivienda y uso de espacios públicos.
