Los tópicos costumbristas hacen gracia a veces, pero otras molestan. Rosa Díez fue vilipendiada cuando definió de forma peyorativa a Mariano Rajoy como gallego "en el peor sentido" y ese hilo argumental fue retomado ayer por el líder de los socialistas gallegos, José Ramón Gómez Besteiro, que jugó todo el día en su provincia, Lugo. Allí arremetió contra "las derechas" por quedarse en el guiño a Galicia y no preocuparse de sus problemas y necesidades. "Las derechas, la de Rajoy, y la de [Albert] River, solo utilizan Galicia para decir qué bonita es, qué bien se come, qué buena gente. Algunos ven Galicia desde el puente aéreo Madrid-Barcelona y creen que eso de pedir conexiones de transporte de provincias es una frivolidad", censuró durante un mitin celebrado en Viveiro.

El líder del PSdeG jugó en casa toda la jornada, pues celebró un acto previo en la capital lucense, su provincia de origen y la que también más quebraderos de cabeza le está dando debido al alcalde díscolo que amenaza la estabilidad del pacto de gobierno en la diputación tras permitir unos meses de gobierno del PP. Con el actual presidente de la institución, Darío Campos, la número uno al Congreso por la provincia, Margarita Pérez Herráiz, y el senador Ricardo Varela visitó la feria de A Pontenova.

Besteiro conjugó datos y sensaciones en un hilo argumental que situó al PP como un castigador de esa provincia y de toda la comunidad. "Con Rajoy en la Moncloa y [Alberto Núñez] Feijóo [presidente de la Xunta] aplaudiendo, Galicia pierde cada año 600 millones de euros", espetó.

Y concretó sus quejas con el tren de alta velocidad (AVE), al denunciar la "mentira y el cinismo" de Feijóo en Lugo, donde prometió que si Rajoy mantiene la Presidencia del Gobierno tras las elecciones del día 20 la capital estará conectada con Madrid, a través de Ourense, en tres horas. "Con el actual ritmo inversor, ni en tres siglos", afeó el socialista, que exigió "decencia" al presidente del Ejecutivo gallego y del PPdeG.

"Aquí está, seis años después y con la desfachatez intacta", afiló el verbo al recordar la promesa de Feijóo en las autonómicas de 2009 de construir un AVE entre Lugo y Ourense que pagaría la Xunta si el Gobierno central no lo hacía.

Ese plazo le permitió sacar a colación las protestas registradas en la ciudad tras la supresión de una unidad de hemodinámica y ante la situación sanitaria. "Tres horas es lo que tardan muchos lucenses para recibir radioterapia o ser atendidos si tienen un infarto", ilustró sobre una protesta que el PSdeG recogió para castigar el flanco sanitario de la Xunta.

En su opinión, su partido tiene "claro" que el AVE "no lo paga la Xunta, sino que tiene que pagarlo el Estado". Y ahí lanzó la promesa de Pedro Sánchez, candidato del PSOE, si alcanza la Presidencia de Moncloa. "También lo tiene claro él, que como primera medida para Lugo recuperará los proyectos de los socialistas, como el de la estación intermodal, que ahora están enterrados", garantizó.

Usó la hemeroteca para continuar el discurso lanzando otra carga de profundidad al PP. "La primera medida del PP de Rajoy, de Feijóo y de [Ana] Pastor [ministra de Fomento] nada más llegar al Gobierno fue anular los proyectos del AVE y las infraestructuras que iniciamos los socialistas. Ni un proyecto nuevo. Y cuando presupuestan los planificado por nosotros, después ejecutan un 35%, añadió.