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PPdeG y PSdeG afrontan el reto de frenar el empuje de los emergentes a un año de las autonómicas

Frenar el empuje de los emergentes. Este parece ser el reto que más acucia a PPdeG y PSdeG en el arranque de la campaña electoral en Galicia, con la vista puesta en las elecciones autonómicas del próximo año. La publicación de la encuesta del CIS horas antes del pistoletazo de salida en la carrera hacia las urnas marcará el devenir de las próximas jornadas.

El peligro del PPdeG no procede de las filas socialistas, sino de la irrupción en la escena electoral de Ciudadanos que, sin candidatos conocidos y sin estructuras e incluso tocado por decenas de expulsiones en la comunidad puede tener opciones de irrumpir en la escena gallega por la ola a nivel estatal. El partido de Albert Rivera puede acceder al caladero de votos del PPdeG y pone en peligro la hegemonía de PP entre los electores del centro derecha, en la antesala de las elecciones autonómicas. Eso sí, los populares se mantendrán como primera fuerza, pero a cambio de un correctivo en las urnas, el mismo que sufrirán en el resto de España.

El PSdeG no teme en esta contienda a los populares, en pleno desgaste tras cuatro años de gestión de la crisis económica. Los socialistas gallegos se juegan el liderazgo de la oposición en Galicia y partir con ventaja de cara a los comicios gallegos y quien se lo puede disputar es En Marea, la coalición de Podemos, las Mareas, Anova y EU. Su retroceso puede ser menor que el padezca a nivel estatal el PSOE, donde podría bajar de los cien escaños y con comunidades donde podría verse relegada a cuarta fuerza.

Socialistas y populares deben contener el empuje de los partidos emergentes que sin pasado y en consecuencia sin errores de gestión arriesgan más en sus propuestas y se presentan como la auténtica renovación y cambio.

El 20-D será clave para el futuro del BNG, que esta ocasión concurre bajo las siglas de Nós-Candidatura Galega. Puede desaparecer de las Cortes, tras dos décadas defendiendo los intereses de Galicia, y sumirse en una nueva crisis. La formación frentista, que ahora es la cuarta fuerza de la Cámara autonómica, se ha visto sobrepasada por la fuerza de las Mareas, proyecto impulsado entre otros por su exlíder Xosé Manuel Beiras, Podemos e EU. Su negativa a sumarse a un proyecto, no exclusivamente nacionalista, le puede costar su marcha del Congreso y ahondar en su declive. El BNG, tantos años pisando la moqueta, no de los despachos del poder, pero sí de la política, se ha visto contagiado por el rechazo a los partidos tradicionales. Se le ve como uno de los de siempre.

El mapa electoral gallego puede renovarse con En Marea, con opciones firmes de irrumpir desde Galicia en el Congreso e incluso formar grupo parlamentario propio, y con Ciudadanos. Los dos sacan a la palestra a una nueva generación de políticos. Son novatos, inexpertos, desconocidos para la opinión pública, pero aportan frescura e ilusión. Ese puede ser su gancho.

El 20-D puede ayudar a En Marea y Ciudadanos a coger ventaja de cara a las autonómicas, por ello Feijóo y Besteiro no se dejarán la piel en la campaña solo para ayudar a Rajoy y Sánchez a obtener el mejor resultado.Ya piensan en las elecciones autonómicas y en esta ocasión, con un resultado tan incierto, con más autores en escena y un elevado porcentaje de electores indecisos, saben que tienen que esforzarse más que nunca. La precampaña de las autonómicas en el fondo ya empezó a calentar motores.

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