La comarca de O Morrazo vuelve a estar más cerca gracias a la nueva autovía AG-46, que la Consellería de Infraestructuras de la Xunta de Galicia puso en servicio este viernes en sus dos primeros tramos, entre Domaio y Meira, en Moaña, y tras dos años de obras de desdoblamiento del antiguo corredor abierto el 2 de diciembre de 2005. El nuevo vial permite recorrer sus 7,3 kilómetros en cuatro minutos aproximadamente gracias a las características de su trazado. Tiene dos carriles por cada sentido que dejan la posibilidad, antes no contemplada tras la oleada de accidentes en 2010, de adelantar y circular a una velocidad, en la mayor parte del mismo, a 120 kilómetros por hora, limitada a 100 en los viaductos y en las curvas y a 70 en el enlace con el tramo que todavía sigue siendo corredor, en Meira y que se está doblando para entrar en servicio en la primavera de 2019.

Atrás quedan los dos años de problemas de circulación debido a las obras y los últimos siete meses de atascos de tráfico que los conductores tuvieron que sufrir en esta comarca, debido al cierre prolongado de los dos tramos del corredor por las obras para salvar el castro de Montealagre, en Domaio, y la obligación de circular por la carretera convencional PO-551. Recorrer la distancia entre Cangas y Domaio, implicaba más de media hora y llegar a Vigo o el viaje a la inversa podía suponer unos 45 minutos o más, si se trataba de horas punta. Hoy, O Morrazo recupera el tiempo perdido con esta infraestructura, en la que la Xunta ha invertido 56 millones de euros, incluyendo el tercer tramo que sigue en obras, y para la que se calcula una intensidad media diaria de 20.000 vehículos y picos de 35.000 en verano, debido al interés turístico de las playas de O Morrazo.

El objetivo es marcar un antes y un después en la mejora de la seguridad viaria, movilidad y competitividad de esta comarca, tal y como señaló el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en el acto de inauguración el pasado viernes; además de poner a disposición esta infraestructura para todo el Área Metropolitana de Vigo. La autovía acerca todavía más O Morrazo a la ciudad olívica, muy vinculada por motivos laborales, sanitarios, educativos y comerciales.

Técnicamente, la conversión del corredor en autovía supuso, una labor de ingeniería importante debido a la ampliación de los viaductos existentes, el desdoblamiento alternativo del trazado por la izquierda y la derecha y hacer frente a desmontes con voladuras con afección al tráfico.

En el tramo I, entre los enlaces de Rande y de San Lorenzo, en Domaio, de 3,2 kilómetros de longitud; la Xunta invirtió alrededor de 20 millones de euros y su ejecución, que realizó la empresa Copasa, se prolongó más de 24 meses debido a la modificación del proyecto para la ampliación del túnel de Montealegre que finalmente amplió su boca existente, de 14 a casi 22 metros, para salvar el castro que está encima y que se veía afectado por el diseño inicial que contemplaba otro túnel gemelo en l ladera sur. En este tramo se construyó un nuevo viaducto sobre la rotonda de Domaio o glorieta de Rande, de 73 metros de longitud, que permite el acceso directo de los vehículos procedentes del corredor a la autopista AP-9 tanto en sentido hacia el puente de Rande como hacia Pontevedra. El viaducto se construyó para reducir el tráfico en la glorieta y dar mayor fluidez para los vehículos que circulen desde y hacia la PO-551 (Marín-Rande) y la carretera N-554 (Rande-Vilaboa). En este tramo también se desdobló el viaducto existente da Moura, de 416 metros y 60 de altura, que incluyó la colocación de una red tramex de polietileno reforzado de fibra de vidrio para evitar caídas al vacío en la mediana.

El segundo tramo, de 4 kilómetros entre los enlaces de San Lorenzo y Meira, y con una inversión de 13,3 millones de euros, fue ejecutado por Dragados. Incluyó el desdoblamiento del viaducto da Mó, de 400 metros, en donde también se ha colocado un sistema de protección para evitar caídas al vacío en la mediana, con una red, debido a su desnivel. En este tramo se eliminó uno de los mayores desmontes de la autovía, con 57 metros de altura.

La autovía estará completa en la primavera de 2019 con la conclusión del tercer tramo, de 4 kilómetros, cuya obra, que ejecuta la UTE Covsa y Taboada y Ramos, se está realizando sin impedir la circulación, salvo cortes puntuales. Ello es posible gracias a que se construyó una nueva carretera paralela al corredor en una zona de desmonte que requiere de voladuras importantes en O Meixueiro.