La aplastante mayoría absoluta lograda por Alberto Núñez Feijóo en las elecciones del 25 de septiembre ha solapado todo lo demás. El éxito de dimensión nacional ha consolidado su imagen de triunfador invencible. Sin embargo, este hecho no puede ocultar otras realidades. La primera, y quizá la más notable, es que Vigo, la ciudad en la que tiene de momento fijada su residencia, desconfía de él. Los resultados así lo demuestran. El PP fue el partido más votado con un 34% de papeletas (más de 51.000), pero muy por debajo de lo cosechado en el resto de urbes gallegas. Casi dos de cada tres vigueses optaron por apoyar a una candidatura de izquierda (un 57%). Extrapolando estos datos, el PP tendría en la práctica imposible reconquistar en los comicios de 2019 la Alcaldía que un día disfrutó Corina Porro. Inmerso en una situación de provisionalidad, sin un presidente local real, con una división interna latente, con unos resultados mediocres, el PP necesita un revulsivo. Precisa eliminar la sensación que existe entre buena parte de la ciudadanía de que la Xunta no ha apostado por Vigo. Y es que nos pocos vecinos se han sentido incomprendidos, menospreciados o marginados con sus decisiones.

En esta coyuntura, el papel y la acción de Feijóo se presentan como decisivos. Sin él, el gran capital que tienen los populares, el objetivo de remontar el vuelo y soñar con la Alcaldía frente a un Abel Caballero que goza de un amplio apoyo ciudadano, se antoja una quimera. El presidente gallego ha prometido en su campaña volcarse en Vigo, con actuaciones de calado, que van desde el ámbito social a las infraestructuras.

Es verdad que el PP vigués tiene serios problemas domésticos -el más perentorio, saber quién va a liderar un partido de rumbo incierto-, pero también que su futuro y su crecimiento están hoy en manos de Feijóo y de lo que haga. O mejor dicho, de que cumpla lo que anunció en público. Y en tiempo y forma. Éstas son sus principales promesas.

Promesas

  • La estación intermodalEs una de las asignaturas pendientes de la Xunta. Feijóo ha prometido que el proyecto, arrumbado en un cajón de una consellería durante años, empezará a ser realidad en el primer semestre de 2017. Sin embargo, añadió un matiz nada menor que le podría servir de coartada para un nuevo retraso: "...si disponemos de los terrenos necesarios".
  • Ciudad de la JusticiaEn su campaña garantizó que el traslado de los juzgados al antiguo hospital Xeral se realizará durante su mandato, o sea cuatro años, un plazo inconcreto y suficientemente amplio. "Será la mayor Ciudad de la Justicia de Galicia", proclamó. Además, se comprometió a encontrar un uso a los edificios que quedarían desocupados en la calle Lalín.
  • 1.600 pisos de protecciónEn materia de vivienda, la promesa estrella del presidente gallego es la construcción de 1.600 pisos de protección en la superficie que ganará el polígono Navia con la nueva ampliación. "Vigo será la ciudad de Galicia con más pisos protegidos", anunció, algo por otra parte lógico al ser también la mayor ciudad gallega y la que registra más demanda.
  • Ampliación del IfeviEl éxito año tras año de la feria Conxemar ha llevado a sus promotores a reclamar una ampliación del recinto ferial del Ifevi. La exigencia cuenta con un respaldo unánime. La conselleira do Mar, Rosa Quintana, le puso fecha al compromiso: la obra empezaría en 2017. Feijóo la respaldó para que Vigo sea "la capital mundial de la pesca".
  • Más Cunqueiro y MeixoeiroLa sanidad es uno de los granos en el PP. Tras la controvertida puesta en marcha del hospital Álvaro Cunqueiro, defendido con vehemencia por Feijóo - "es como cinco Xerais juntos" y tendrá nuevo servicios-, llega el turno del Meixoeiro. El candidato popular garantizó "una reforma profunda" y la apertura de la unidad de lesionados medulares.
  • Apoyo al Área MetropolitanaEntre las prioridades para 2017 situó "dotar a la nueva entidad supraminicipal de competencias reales". Para ello, Feijóo ofreció diálogo para dar pasos firmes hacia la gestión de los servicios de emergencia y Protección Civil de los 14 ayuntamientos. El Área es un instrumento clave para el desarrollo y la vertebración de un territorio con medio millón de vecinos.
  • Liberar la AP-9 hasta TeisEs una de sus promesas más vaporosas por cuanto no tiene competencias para cumplirla. Fejóo aventuró que "lucharía" para que el Ministerio de Fomento convierta en urbano y libre de peaje el tramo de la AP-9 entre las calles García Barbón y Buenos Aires. Esta demanda vecinal fue respaldada por unanimidad por el pleno municipal.
  • PXOM y Campus del MarTumbado el Plan Xeral por un fallo del Tribunal Supremo, Feijóo prometió "lealtad" para tramitar y acelerar el nuevo documento urbanístico, instrumento determinante para evitar la parálisis. Además aseguró que cumplirá con la apertura del Campus del Mar, un proyecto científico e investigador de la universidad bloqueado por sus diferencias con el Concello.