El terremoto interno en el PSOE estatal tiene su réplica en la federación gallega, donde el dirigente con mayor poder de la comunidad, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, urgió ayer el relevo de la gestora que dirige el partido "sin el voto de los militantes" y sin responder a la exigencia de un congreso que elija un secretario xeral. El regidor no se quedó solo en su crítica, pues el exsecretario xeral del partido y líder en la sombra de la provincia de Ourense, Pachi Vázquez, también arremetió contra la gestora, centrando su ataque en la presidenta del órgano. "Pilar Cancela no representa el socialismo de Galicia ni a sus militantes, representa a Ferraz y a los que engañaron a los militantes", escribió en las redes sociales. La también diputada fue objeto de otro reproche por parte de la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, que le afeó defender la consulta a las bases para mantener el liderazgo de Pedro Sánchez cuando ella fue designada "a dedo" desde Ferraz. La gestora, por su parte, declinó valorar las palabras de militantes del partido.

El PSdeG experimenta su propio conflicto interno tras un batacazo histórico en las autonómicas del pasado domingo que situaron al partido del puño y la rosa como tercera fuerza, empatado con la debutante En Marea en escaños, pero superado en votos. Y lo que es peor para él, en un escenario en que el PP ganó apoyos y revalidó una holgada mayoría absoluta con 41 escaños.

Ese resultado se produjo tras meses en que la gestora actuó como si sus funciones fuesen mayores que las de administrar el día a día. El proceso de primarias para elegir candidato y el cambio en las listas electorales lo evidenciaron: Pilar Cancela y José Ramón Gómez Besteiro, el secretario xeral que dimitió por sus imputaciones judiciales y que sigue controlando Lugo, visitaron a Pedro Sánchez en Ferraz el mismo día que Xoaquín Fernández Leiceaga, ganador del proceso para ser cabeza de cartel gracias también al apoyo del PSdeG de A Coruña. Allí recibió el plácet de Sánchez. Esa situación marcó un distanciamiento con las provincias de Pontevedra y Ourense que tornó ruptura tras el cambiazo de las listas electorales: de 5 puestos de salida, en Pontevedra se modificaron tres en contra de las bases y por decisión de Leiceaga, la gestora y Ferraz; en Ourense, uno de tres.

Caballero vinculó esas actitudes con el resultado electoral. "En Galicia se tomaron decisiones muy equivocadas. ¿La consecuencia? La mayoría absoluta e Feijóo. Se la podíamos haber quitado. Hicimos un proceso de unidad en Galicia, si fuese adelante, a lo mejor no la tenía", lamentó el alcalde, que lideró un movimiento para consensuar un candidato y cerrar filas antes del congreso gallego.

Los estatutos del partido establecen que esa cita debe ser posterior al cónclave estatal, pero la propia Cancela reconoció la posibilidad de adelantarlo debido a la cercanía de las elecciones. Voces lideradas por Caballero abogaban por esa vía, que fue enterrada.

"Es una obviedad que el partido necesita un rumbo", trazó el regidor tras cuatro elecciones -dos generales, Galicia y Euskadi- con "un resultado francamente flojo por decirlo suave". Así justificó las dimisiones que ponen en un brete la continuidad de Sánchez. Ahí comparó la situación con Galicia para afear a la gestora gallega que pida voz para la militancia para que el secretario general siga en el cargo. "Pero en Pontevedra no dejaron desde Ferraz y la gestora de Galicia hablar a los militantes: cuando hablaron, cambiaron la decisión", comenzó. "Los que tienen en Galicia una gestora desde hace seis meses, decidida por Ferraz, por cierto sin consultar a Abel Caballero miembro de la ejecutiva federal, ahora se oponen a una gestora [en Madrid]. No sé si es lo más adecuado usar un rasero para Galicia y pretender usar otros para otros sitios", añadió. "Los que están dirigiendo el partido en Galicia sin el voto de los militantes, ¿cómo pueden hablar del voto?", concluyó.

Su tesis fue avalada por Silva, que reprochó a Cancela no haber respetado "nunca" la decisión de las bases. "¿Hablan de militantes los que tergiversan sus decisiones y se niegan a hacer un congreso en Galicia?", ironizó antes de mostrarse "sorprendida" por que "nadie haya dado explicaciones y asumido responsabilidades" tras el peor resultado del PSdeG.