Desde la autoridad que le da una mayoría aplastante, el líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, se permitió ayer aconsejar a los socialistas que imiten el proceso de renovación y cambio al que él sometió a su partido tras el retroceso electoral de las pasadas municipales. Sin embargo, y a pesar de las voces que en el PSdeG reclaman que se asuman responsabilidades por la derrota del 25-S, el partido parece encallado, sin gestora, ni líder y pendiente de los movimientos de Pedro Sánchez para convocar un congreso que permita su reconstrucción.

La propia Pilar Cancela aclaró ayer que "no tiene sentido" que dimita la gestora que ahora mismo está al frente del partido, en tanto, que ya se da por hecho su provisionalidad. El problema es que lleva seis meses de interinidad, después de que asumiese las riendas del partido tras la dimisión de Xosé Ramón Gómez Besteiro, acorralado por la justicia. Y además a esta gestora le ha tocado gestionar el PSdeG en un momento crucial, en año electoral. Se optó por esperar para convocar un congreso que elija a la nueva dirección y decida quién será el secretario xeral condicionados por los plazos del PSOE a nivel nacional y de las citas con las urnas en España y en Galicia. Ahora se pone fecha: enero o febrero. Habrá que esperar por tanto más de tres meses para poner cabeza de nuevo al aparato socialista en Galicia.

Diputados, de Leiceaga

Pero además el nuevo líder del PSdeG se encontrará con un grupo parlamentario diseñado a medida e impuesto por la anterior gestora y por Xoaquín Fernández Leiceaga, que se aseguró de incluir en las listas a personas afines que le dieran cierta estabilidad en los cuatro años de legislatura. Ése fue precisamente la clave del pulso que mantuvo con las provincias de Ourense y Pontevedra, en las que cambió las listas unilateralmente sin tener en cuenta la decisión de los comités provinciales del partido.

Leiceaga se encuentra ahora en la cuerda floja tras cosechar los peores resultados de la historia del PSdeG y ya son varios los miembros del partido que piden su cabeza. Tras cerrarse las urnas el 25-S, el cabeza del cartel socialista dijo que era "pronto" para hablar de asumir responsabilidades. La presidenta de la gestora añadió ayer que "no existe ese debate". En todo caso, aunque renuncie a su acta de diputado, eso no impedirá que el resto de parlamentarios del grupo se encuentren entre los afines a la actual gestora, todavía vinculada a Besteiro y al secretario general del PSOE Pedro Sánchez, lo que supone un tapón a la renovación del partido.