Las encuestas son un arma de doble filo. Cuando son favorables alimentan el entusiasmo, pero también pueden desmovilizar al electorado que viendo el partido ganado, se relaja ante un exceso de confianza. El riesgo que afronta ahora mismo el PPdeG es que parte de su electorado se quede en casa el día de las elecciones, confiado en que igualmente Alberto Núñez Feijóo revalidará su tercer mandato, o se decante por otras opciones como Ciudadanos. Pero la mayoría absoluta, a veces, pende de unas pocas papeletas y, por eso, el candidato popular pelea voto a voto porque cada uno es "relevante". "Es el mayor patrimonio democrático de una persona, el que nos hace iguales a otros aunque tengan más dinero, es la decisión más responsable", advirtió.

Y el ejemplo está en Lalín, municipio a donde ayer acudió Feijóo a ofrecer un mitin, y en el que alcanzó un lleno total, con simpatizantes abarrotando pasillos y puertas del auditorio municipal. En este concello, que históricamente fue uno de los fortines del PPdeG, Xosé Crespo, que ostentó la alcaldía durante 15 años, perdió la mayoría absoluta en las pasadas elecciones municipales al quedarse sin 2.500 votos, lo que expulsó a los populares del gobierno local que pasó a manos de un tripartito.

Y recordando este precedente Feijóo clamó contra la autocomplacencia y el exceso de confianza y llamó a la movilización. "Que en Galicia alguien que gana limpiamente las elecciones no deje de ser presidente por un centenar de votos", reclamó.

De hecho, el candidato popular consciente de que caen las elecciones en plena época de vendimia repite mitin tras mitin: "primero a votar y luego a la vendimia, que no nos vendimien".

Y advirtió de las consecuencias de dejarse llevar por las buenas expectativas y no ir a votar. "Solo se vota un día. Si el lunes siguiente no os gusta el gobierno no se podrá cambiar", alertó.

El candidato popular de nuevo contrapuso su proyecto al de sus rivales "que no tienen propuestas ni saben quien va a ser su presidente de la Xunta ni su conselleiro de Facenda, ni si van a tener un conselleiro de Facenda por partido".

Así, volvió a dejar claro que un gobierno alternativo al PP sería dejar paso al "populismo" y acusó a sus contrincantes de "demagogia". "Hablan de combatir el paro pero cuando gobernaron subían las tasas de desempleo", censuró en alusión al PSOE. A los socialistas les acusó de "entregarse a En Marea". "Después de tanto tiempo es como si volvieramos a la transición y los socialistas le dieran la presidencia a los comunistas", comparó.

Horas antes en Vilagarcía, donde el socialista Pedro Sánchez protagonizaba otro mitin a pocos metos del organizado por el PP, el candidato popular esgrimía que "la mayoría de los gallegos", entre los que se ha incluido, están "hartos de discusiones entre partidos" y lo que desean es "que les dejen en paz, que no confundan el Parlamento con una guardería, que se dejen de frivolidades y no parar a Galicia, que está avanzando". Por ello, pidió el voto del "sí" a los ciudadanos que quieren "que las cosas marchen".

Ante un auditorio de unas 400 personas, Feijóo se dirigió a los que desean un gobierno "que trabaje desde el minuto uno" y a quienes no quieren que Galicia "pierda dinero" mientras sus rivales ven "si se reparten la Xunta".